Con la atención puesta en asuntos prioritarios para los mexicanos como son la inflación, empleo y el combate a la pobreza, los tres aspirantes presidenciales se verán nuevamente las caras el domingo en un segundo debate que se da a 35 días de los comicios generales.
Ante la cercanía de las elecciones del 2 de junio los analistas prevén que el segundo careo televisado será más reñido que el primero por las presiones que enfrenta los dos opositores, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, quienes están obligados a confrontar más con la candidata oficialista Claudia Sheinbaum para tratar de debilitarla y mover las preferencias electorales que la siguen favoreciendo por amplio margen.
En esta oportunidad las miradas también estarán puestas en el Instituto Nacional Electoral (INE), organizador de los tres debates, luego de la lluvia de críticas que enfrentó por las fallas que tuvo el cronómetro que medía las intervenciones y el restringido formato del evento que impidió a los candidatos debatir y profundizar en sus propuestas, lo que según los analistas hizo muy aburrido el primer debate.
Tras los cuestionamientos, las autoridades electorales se comprometieron a extremar los controles en la producción del segundo careo y realizaron algunos ajustes al formato para permitir a los candidatos presentar sus propuestas al inicio del evento.
De acuerdo con el esquema previsto por el INE la etapa de discusiones tendrá cuatro segmentos que a su vez se dividirán en dos bloques cada uno en los que se cubrirán los temas de crecimiento económico, empleo e inflación, infraestructura y desarrollo, pobreza y desigualdad, cambio climático y desarrollo sustentable.
En el debate, que se extenderá por dos horas, los candidatos deberán responder a una serie de preguntas videograbadas que realizó la ciudadanía en todo el país y en las ciudades estadounidenses de Los Ángeles y Dallas, donde habitan un gran número de mexicanos.
Sheinbaum, quien se mantiene como puntera en las preferencias electorales superando por más de 20 puntos a Gálvez, su principal contendora, anunció esta semana que en el debate mostrará los resultados del modelo de “economía moral” que impulsó Andrés Manuel López Obrador en su sexenio, que culmina en septiembre, y que ella aspira a darle continuidad.
La exalcaldesa de la Ciudad de México ha asegurado que también mantendrá los planes de su mentor político para combatir la pobreza y erradicar la desigualdad, que incluyen el aumento del salario mínimo y el congelamiento de los precios de los combustibles y las tarifas del servicio eléctrico para evitar la aceleración de la inflación.
Para impulsar la inversión, la activación económica y el empleo, la candidata del partido gobernante Morena ha ofrecido la creación de polos de desarrollo en diferentes regiones del país, la instalación de 100 nuevos parques industriales, y la consolidación de los proyectos iniciados por López Obrador como el tren turístico que se construyó en el sur del país conocido como “Tren Maya”, y la refinería de Dos Bocas.
La científica, de 61 años, se ha comprometido a fortalecer las empresas públicas Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad y darles prioridad sobre el sector privado, a mantener la producción del país en 1,8 millones de barriles diarios en los próximos años, y a suplir el crecimiento de la demanda con fuentes renovables de energía.
Como parte de sus propuestas para lograr la transición energética, Sheinbaum anunció que promoverá plantas fotovoltaicas, eólicas, hídricas, geotérmicas y de hidrógeno verde, generación distribuida, la promoción de paneles y calentadores solares en los techos de las viviendas.
Previo al debate, la exsenadora Gálvez enfiló esta semana los ataques contra la oficialista y afirmó que irá al careo televisado a “hablar de Disneylandia”, y que se abstendrá de mencionar la deuda de 106.000 millones de dólares que tiene Pemex que aseguró que “está poniendo en riesgo las finanzas públicas”.
Aunque no está en la agenda de las discusiones, se prevé que Gálvez aprovechará para abordar el controversial fondo de pensiones que aprobó esta semana la mayoría oficialista del Congreso en medio del rechazo de la oposición que acusó a López Obrador de recurrir a los ahorros inactivos que están en las Administradoras Fondos para el Retiro (Afores) para cubrir el déficit fiscal que se estima en 5% del Producto Interno Bruto.
La ingeniera y empresaria, de 61 años, es la candidata de una coalición que integran los partidos tradicionales Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).
Entre sus propuestas económicas exsenadora ha planteado que respaldará las micro, pequeñas y medianas empresas; creará modelos de financiamiento innovadores; dará un manejo “responsable” al gasto público para evitar presiones sobre la inflación, y promoverá políticas que amplíen las capacidades de las personas para que puedan tener acceso a más oportunidades y reducir así el desempleo.
La ingeniera se ha comprometido a acelerar la transición de México hacia las energías renovables a través de la reducción de la dependencia de los hidrocarburos y el estímulo a la generación de electricidad a partir del sol, el viento, la energía geotérmica y otras fuentes renovables. En ese sentido ha propuesto la transformación de Pemex para reducir las emisiones contaminantes actuales de la empresa estatal y producir combustibles y electricidad limpia.
Por su parte, el exdiputado Álvarez Máynez, candidato del partido minoritario Movimiento Ciudadano, ha propuesto en materia económica la creación de un sistema universal de pensiones, la aprobación de un “ingreso mínimo garantizado”, el establecimiento de un seguro de desempleo temporal, el impulso a una reforma fiscal, el aumento de la inversión pública, la conformación de un instituto autónomo que diseñe la ley de presupuesto fiscal, y el rediseño de la banca de desarrollo.
El político, de 38 años, se ha manifestado a favor de una transición energética paulatina, la transformación de Pemex y la CFE en empresas de energía renovable y limpia, la creación de cuatro zonas de desarrollo de energía eléctrica renovable en los estados de Oaxaca, su natal Zacatecas, Tamaulipas y Yucatán, y la construcción de 100 plantas para el aprovechamiento de residuos orgánicos.
Aunque a estas alturas de la contienda electoral los analistas no prevén que se puedan dar cambios en las preferencias que favorecen ampliamente a la candidata del gobierno, Roy Campos, presidente de la encuestadora local Mitofsky Group, dijo a The Associated Press que para Gálvez el segundo debate “es mucho más importante” porque tiene que buscar sobreponerse del mal desempeño que tuvo en el primer evento que se realizó el 7 de abril.
“La que tiene que mover las aguas, la que tiene que alborotar, hacer algo disruptivo, superarse asimismo es ella. La presión está sobre Xóchitl Gálvez”, afirmó Campos, pero recordó que los debates son momentos importantes “pero no son definitorios”.
El analista político Javier Rosiles Salas fue más contundente en su evaluación y dijo que “no será suficiente el segundo ni el tercer debate” para que Gálvez pueda recuperarse.
“Hay una tendencia irreversible no solo por la fuerza de apoyo y respaldo que trae Claudia Sheinbaum”, sentenció Rosiles Salas al reconocer que la mala campaña de la opositora también ha favorecido a la candidata oficialista.
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