El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo esta semana que de su triunfo electoral depende que el país no caiga en una guerra civil.
“El destino de Venezuela en el siglo XXI depende de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, dijo Maduro el martes en un mitin en La Vega, una zona popular en el oeste de Caracas.
Además, en un video que circula en redes sociales, en el que se ve a Maduro sentado junto a su esposa, Cilia Flores, y un grupo de personas en una vivienda supuestamente en La Vega, se escucha a Maduro decir que él ha evitado que haya una guerra civil en el país.
“Porque si le decimos al pueblo a la Fuerza Armada y a las fuerzas policiales a la calle, entonces habrá una revolución como del siglo XX, popular y armada, será otra revolución. Sería inevitable, si la derecha fascista llega al poder, sería inevitable una revolución popular y armada”, se le escucha decir a Maduro en el video replicado por una corresponsal de Telesur en Venezuela.
En varias ocasiones el gobierno de Maduro ha acusado a la oposición de tener intenciones de repetir escenas de 2014 y 2017, cuando se registraron protestas antigubernamentales que incluyeron cierres de vías y que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad.
La oposición liderada por María Corina Machado ha denunciado una ola de represión e insiste en que busca una transición política, pero por la vía electoral.
“Quedarán solos en esta agenda de violencia, jamás nos van a llevar a nosotros a esa parte”, dijo este jueves el dirigente político opositor, Biaggio Pilieri, miembro de la Plataforma Unitaria Democrática, coalición de partidos de oposición.
Las declaraciones surgieron luego de que Machado denunció un atentado en su contra, después de que los vehículos en los que junto a su equipo suele trasladarse, amanecieron vandalizados y con los frenos manipulados, a solo horas de que su jefe de seguridad fue detenido de manera arbitraria.
“Este es otro nivel, esta es otra cosa distinta a todas las demás cosas que nos han hecho, el nivel subió. Pero al igual que subió el nivel de atentado, subió el nivel de una acción criminal, en esa misma medida sube el apoyo popular a Edmundo González y a María Corina Machado”, continuó Pilieri.
Al menos 72 personas vinculadas a la campaña electoral del candidato presidencial Edmundo González Urrutia, respaldado por Machado, ganadora de la primaria presidencial opositora, pero inhabilitada para ejercer cargos públicos, han sido detenidas desde que inició oficialmente la campaña el 4 de julio.
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