Hasta hace poco, para poder participar en competencias internacionales, Luis Grijalva dividía sus tiempos entre entrenamientos y trámites legales que estuvieron cerca de dejarlo fuera de los pasados Juegos Olímpicos. Todo eso es ya parte del pasado para el corredor guatemalteco.
Grijalva requería tramitar permisos para salir porque era parte del Programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), una política migratoria de Estados Unidos que retrasa la deportación de personas en ese país.
El guatemalteco de 25 años arribó a Estados Unidos cuando tenía apenas 1 año.
Pero desde hace unos meses, el competidor tiene un nuevo visado que ya le permite viajar sin restricciones. Llegará a los próximos Juegos Olímpicos como una de las sólidas esperanzas de medalla para su país natal.
“Con esta visa voy a poder salir cuando quiera y me cambia la vida, porque costaba mucho y perdía mucho tiempo para sacar los permisos”, dijo Grijalva a The Associated Press. “Hay que hablar con mucha gente, abogados, pero ahora ya puedo ir a Guatemala cuando quiera”.
El fondista ahora posee la visa O-1, que se reserva para personas con habilidades o logros extraordinarios en las ciencias, artes, educación, negocios o el deporte.
Ese nuevo visado le ha permitido viajar a Europa para prepararse de cara los Juegos Olímpicos, donde buscará darle a Guatemala su segunda medalla olímpica después de la conquistada por Erick Barrondo, quien obtuvo una plata en 20 kilómetros de marcha en Londres 2012.
Además, Grijalva llegará con la experiencia de haber participado en Tokio 2021 donde fue 12do en los 5.000 metros. Lo respaldan además dos cuartos lugares logrados en los Mundiales de Eugene, Oregon, en 2022, y de Budapest el año pasado.
Gran parte de la oportunidad de competir en sus primeros olímpicos se debe al fotoperiodista Erick Aguilar, un entusiasta del atletismo latinoamericano.
Hace siete años, Aguilar acudió a ver en persona a Grijalva por primera vez y al ver el problema que tenía para participar en competiciones internacionales decidió ayudarlo.
“Yo tuve que manejar siete horas para verlo, era su última carrera y junto con mi esposa viajamos y ahí comenzó la relación”, dijo Aguilar a The Associated Press.
Aguilar contactó a la abogada Jessica Smith para ayudar a que Grijalva consiguiera los permisos que le permitieron ir a sus primeros Juegos Olímpicos.
“Al ver el caso y su talento, la abogada se movió rápido y en semanas sacó el permiso, claro, con ayuda del Comité Olímpico de Guatemala, y logró el permiso para convertirse en el primer ‘dreamer’ en ir a unos Juegos”, dijo Aguilar, quien reside en Sacramento.
La abogada logró un permiso para que Grijalva pudiera ir a competir y regresar a Estados Unidos para residir sin problemas, algo que siendo parte de DACA no hubiera podido hacer.
“Para mí fue una gran experiencia ir a Tokio, fue la primera vez que salía de Estados Unidos y antes de eso sólo viví en Guatemala, fue como conocer un nuevo mundo”, dijo Grijalva, quien arribó a California en 2000.
El guatemalteco descubrió su pasión por atletismo desde pequeño. Comenzó a destacar tanto que decidió permanecer en Estados Unidos a los 13 años, cuando su madre y dos hermanos optaron por regresar a Guatemala.
Su talento lo llevó a conseguir una beca en la universidad de Northern Arizona donde corrió hasta el 2021 cuando logró la marca para ir a los Juegos Olímpicos de Tokio.
“La experiencia de Luis ha sido de aprendizaje. Desde preparatoria fue especial. Él corre y se fija una meta y la logra”, agregó Aguilar. “Esos dos cuartos lugares en los Mundiales le han dado mucha experiencia y cada carrera es una lección”.
Gracias a su nueva condición migratoria, el fondista pudo viajar recientemente a Guatemala luego de 23 años de ausencia. El estar con su gente unos días le dio una motivación adicional para los Juegos.
“Quiero conocer a la gente de Guatemala, es mi país”, enfatizó. “Nací aquí, mi papá y mi mamá vivieron aquí, tenemos historia de mucha familia aquí. Mi familia es guatemalteca, yo quería correr para ellos, para mi familia y para toda Guatemala”.
El fondista de 24 años participará en el penúltimo día de París 2024, la cita olímpica que se disputará entre el 26 de julio y el 11 de agosto.
“Cada año me pongo más rápido, aún soy joven, y tengo más experiencia”, dijo el corredor. “En los Juegos Olímpicos quiero representar a Guatemala lo más alto que puedo, tal vez podemos hacer historia”.
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