El Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, que busca la reelección, ha tenido cierto éxito en frenar la inflación, pero para muchos trabajadores sus salarios aún son insuficientes ante los precios de los alimentos y otros bienes.
Esto, combinado con la frustración general tras años de malestar económico, podría enfriar el apoyo a Maduro y ayudar a impulsar el voto para el candidato de la coalición opositora Edmundo González, dijeron votantes y analistas.
Venezuela sufrió una hiperinflación de seis dígitos por cuatro años, llegando en 2018 a 130.000 %, lo que erosionó los ahorros y haciendo que los suministros básicos fueran escasos.
Pero Maduro ha aplicado una política ortodoxa que ha permitido que la inflación interanual baje a un 50 % mediante un costoso anclaje cambiario, la restricción del crédito bancario y la revisión del gasto público.
"La fuimos desacelerando (la inflación) con políticas correctas", dijo el mandatario este mes cuando se divulgó la inflación de junio de 1 %. La última variación similar se registró en julio de 2012, otro año electoral.
Pero muchos en el país todavía están luchando para llegar a fin de mes y algunos lamentan que no se registren aumentos habituales de salarios como en los últimos años electorales
"Con las elecciones, la situación del poder adquisitivo no cambia nada. Los precios suben", dijo Óscar Reyes, un jubilado cuya remuneración ronda los 100 dólares al mes.
González ha prometido acuerdos entre trabajadores, gobierno y ventajas para mejorar los salarios y seguir con políticas para desacelerar la inflación.
"Hasta hace unos meses gastaba cada semana unos 75 dólares en promedio en comida, ahora es el doble. Compro lo necesario como algunas proteínas, vegetales, arroz y harina de maíz", dijo Carmen Morales, una administradora de 52 años que reside en la central ciudad de Valencia.
Dados los altos precios del pasado, las reducciones actuales de la inflación a veces no son visibles para el consumidor promedio, dijeron analistas.
"La inflación puede irse a cero, pero si ganas unos 200 dólares y la canasta básica (de comida al mes) es 500 dólares, hay un rezago", dijo Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma local Ecoanalítica. "La gente no ve la (baja) inflación como algo positivo".
El Ministerio de Comunicación y el Banco Central no respondieron a solicitud de comentarios.
¿Modelo sostenible?
Bajo la gestión de Maduro ocurrió un colapso económico de ochos años hasta que en 2019 flexibilizó el modelo estatal de controles permitiendo una dolarización informal, lo que dio un leve oxígeno al sector privado pero que es todavía insuficiente para una recuperación total de la economía.
Analistas señalan que el gasto ha crecido tímidamente durante la campaña electoral, pero los salarios de los empleados públicos no suben desde 2022 y el Gobierno otorga bonos en compensación porque impactan menos en el fisco.
En el sector privado, los sueldos son más altos que en el público y promedian unos 231 dólares, según el Observatorio Venezuela de Finanzas. Pero la frecuencia de incrementos ya no es similar a los años de la hiperinflación y a lo sumo se otorga un solo aumento, según la consultora Mercer Venezuela.
El esfuerzo inflacionario del Gobierno de Maduro ha requerido mantener artificialmente estable el tipo de cambio inyectando unos 2.236 millones de dólares al mercado cambiario, 30 % más que el año pasado, según la firma Síntesis Financiera. Julio ha sido el mes en el que más divisas se han ofrecido.
Analistas dijeron que eventualmente tendrá que haber una corrección del tipo de cambio, que se encuentra en 36,5 bolívares por dólar desde hace siete meses. Junto al anclaje, el Gobierno ha limitado el crédito bancario y por ejemplo productores de arroz y maíz dependen de financiamientos de compradores para poder sembrar.
Lisandro Gómez trabaja como vigilante en una empresa. Su sueldo promedia unos 40 dólares al mes, eventualmente percibe algunos bonos. "Aunque digan que hay mejoras económicas, no las percibo. Lo que gano no alcanza para mucho", agregó.
"Para el venezolano el fenómeno inflacionario lo sigue golpeando, su poder de compra sigue siendo insuficiente", señaló Daniel Cadenas, economista y profesor universitario.
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