Juan Carlos acaba de aterrizar en el sur de la Florida. Ha viajado hasta Miami desde su natal Quito, en Ecuador, para participar en un concurso de baile de break dance. Siempre se había sentido atraído por este tipo de baile, pero no se había profesionalizado. Lo practicaba como pasatiempo, pero jamás se había planteado dedicarse profesionalmente a ello. Hasta que un día, descubrió que podía vivir de ello.
“Antes practicaba mucho fútbol y fue que no pude continuar por un tema de una lesión en las rodillas. Posteriormente, me recuperé y vi una exhibición en un parque, me gustó mucho, me interesé y, actualmente, llevo 11 años en el tema del breaking”, comenta Juan Carlos, de casi 30 años, a la Voz de América.
El break dance, también conocido como b-boying o breaking, es una forma dinámica y enérgica de baile urbano que se originó en la década de 1970 en los barrios del Bronx, Nueva York. Este estilo de danza es una de las cuatro disciplinas fundamentales de la cultura hip-hop, junto con el rap (MCing), el DJing y el grafiti.
“El breaking es un baile dinámico, muy explosivo, es el baile original de hip-hop y fue el primer baile que vino con la cultura. Es algo que explotó mucho en los años ochenta y, desde ese tiempo, ha ido evolucionando”, explica Omar ‘RoxRite’ Delgado, uno de los bailarines de esta modalidad más reconocidos del momento. Actualmente ejerce de jurado en los eventos Red Bull BC One que organiza la popular marca de bebidas energéticas para encontrar nuevos talentos.
El break dance surgió como una forma de expresión entre los jóvenes afroamericanos y latinos, en un contexto de dificultades económicas y sociales. Inspirado por los movimientos acrobáticos y la música funk, los primeros bailarines (conocidos como b-boys y b-girls) comenzaron a desarrollar un estilo único caracterizado por su improvisación, creatividad y movimientos casi acrobáticos.
“El break es una pasión a la que tienen que dedicarle tiempo, la mente, el cuerpo, hay que comer saludable. Y poco a poco vas subiendo de nivel hasta tener mejores movimientos”, apuntaba Kevin López, conocido artísticamente como “Kaiba”, que reside en El Salvador.
Muchos de ellos no se esconden al admitir que el break dance estuvo mucho tiempo marginalizado en la sociedad, principalmente porque era un estilo de baile que se relacionaba directamente con la violencia entre pandillas y se practicaba casi de forma clandestina, porque la mayoría de sus practicantes solían ser miembros de estos grupos criminales.
“Tiene su capítulo oscuro porque nació de los suburbios, en la calle. Conserva un poco de esa esencia, pero lo bueno es que salió de ahí”, subraya el bailarín ecuatoriano, que se hace llamar ‘Crack7’.
Atrás quedaron esos momentos oscuros. Ahora, esta modalidad de baile está viviendo una nueva época. Por primera vez en la historia, el breaking formará parte de la lista de deportes oficiales de los Juegos Olímpicos, que arrancan este viernes en París, Francia. Juan Carlos ya no ha llegado a tiempo para postularse para esta competición, pero está dispuesto a dar lo mejor de sí para poder participar en la próxima edición que tendrá lugar en Los Angeles, California, en 2028.
“Es muy difícil por la escasez de oportunidades, no hay mucho apoyo. Es difícil salir, pero no imposible. Solo hay que cumplir con todo el proceso que conlleva clasificar para las Olimpiadas, pero por supuesto me encantaría y espero, si Dios me da la oportunidad, participar en algún momento”, subrayaba.
Delgado también defiende el buen momento que está viviendo el break dance gracias a la exposición que va a tener en los Juegos Olímpicos.
“El baile ha ayudado a salir a mucha gente a salir de los problemas de la calle, pero ahora estamos viendo que hay nuevas oportunidades. Muchos jóvenes de las nuevas generaciones están empujando el aspecto positivo de este baile y cómo ha sido beneficioso para las comunidades que no tienen tanto”, comentó el artista original de México, convencido de que eso “es algo muy bonito”.
Quienes lo practican, como Juan Carlos, son conscientes del estigma que suponía practicar el break dance. Pero ahora, aseguran, todo ha cambiado. “Salió de la calle y mira ahora donde está. No es un motivo para marginar el baile, sino para ver es que un motivo de superación y que muchos artistas profesionales viven de esto”, recalca.
Por eso, confían en que el hecho de que esta disciplina de baile forme parte de la lista de deportes oficiales de los Juegos Olímpicos abrirá las puertas a que este deporte siga creciendo y llegando también a un mayor público.
“Y ahora estamos con otra oportunidad muy grande para enseñar al mundo las nuevas historias, los nuevos ídolos del baile que empujaron este baile al nivel que está hoy”, decía Omar Delgado.
En los Juegos Olímpicos de París 2024, cinco factores se tendrán en cuenta a la hora de puntuar a los bailarines: musicalidad, vocabulario, originalidad, técnica y ejecución. En definitiva, lo que caracteriza al break dance.
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