La ferocidad de la “Tigra” no fue suficiente para atrapar el oro.
La ecuatoriana Lucía Yépez cayó 10-0 ante la japonesa Akari Fujinami en la final de la lucha libre dentro de la categoría 53 kg, el jueves en la Arena del Campo de Marte de los Juegos Olímpicos.
Pese a la derrota, Yépez se convirtió a sus 23 años en la primera mujer ecuatoriana en ganar una medalla olímpica en la historia de este deporte.
Tras el combate, la “Tigra" felicitó a su rival de 20 años, que nunca perdió un combate en nivel mayores, luego tomó una bandera de Ecuador y ensayó una vuelta olímpica en el tapiz para celebrar su actuación histórica en París.
“A los 10 añitos buscaba un sueño olímpico. Lo logré. Me costó muchas lesiones, operaciones, pero siempre tuve pies en lo que creía y ahora estoy aquí”, expresó Yépez tras el combate. “Una ecuatoriana que esté luchando con una japonesa es histórico. Y una medalla de plata olímpica es muy bonita. Se lo dedico a todos los ecuatorianos que han estado pendientes de mí”.
Es la frutilla del postre de una meteórica carrera en los grandes escenarios de la lucha —fue tercera en el mundial de Belgrado 2023 y campeona en los Juegos Panamericanos ese mismo año— y una revancha tras una lesión que la marginó de la lucha por el bronce hace trers años en Tokio.
“Eso me hizo ser más fuerte y seguir para adelante”, valoró la nacida en Mocache. “Tengo 23 años y yo sé que algún día voy a ganar un oro olímpico”.
La suya es la tercera medalla olímpica cosechada por la delegación ecuatoriana en París tras el oro de Daniel Pintado en la marcha individual de 20 kilómetros y la plata del mismo atleta junto a Glenda Morejón en el relevo mixto.
La víspera, cuando se aseguró el podio, se viralizó un video de Yépez en una videollamada con su madre, a quien le prometía regalarle una casa gracias al premio económico que recibirá como medallista olímpica.
“Esta medalla significa mucho, vengo de recursos muy bajos. A veces no tenía para entrenarme. A veces tocaba lavar zapatos, vender lápiz en la escuela, ir a dedo a entrenar. Todo esto valió la pena”, enfatizó la atleta ecuatoriana. “El deporte me ayudó en muchas situaciones. Ya le puedo comprar una casa a mi mamita”.
A punto de subirse al podio, Yépez dejó un mensaje para los jóvenes de su país.
La medalla de plata “es una inspiración porque con 23 años he logrado cinco medallas mundiales, ahora una olímpica. No solo inspiro para mi deporte, sino para todas las disciplinas olímpicas, que sigan buscando sus sueños que están para cumplirse”.
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