El presidente Joe Biden conversó el miércoles con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras Estados Unidos sigue presionando a Israel y Hamás para que acepten una "propuesta de transición" que podría llevar a un alto el fuego en Gaza.
Tanto Hamás como Israel han señalado que persisten desafíos importantes, especialmente en relación con la presencia de tropas israelíes en dos corredores estratégicos en Gaza y otros asuntos, lo que complica las esperanzas de Biden de alcanzar un acuerdo en el corto plazo.
La vicepresidenta Kamala Harris, quien se encuentra en Chicago esta semana para aceptar la nominación de su partido en la Convención Nacional Demócrata, también participó en la llamada.
Biden "subrayó la urgencia de concretar el acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes", según un comunicado de la Casa Blanca. Además, ambos líderes discutieron las conversaciones de alto nivel que se llevan a cabo en El Cairo esta semana entre mediadores de EE.UU., Israel, Egipto y Qatar, con el objetivo de resolver los "obstáculos restantes" para un acuerdo.
Sin embargo, las esperanzas de alcanzar un acuerdo en el corto plazo parecen desvanecerse.
El presidente expresó el viernes su "optimismo" sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo, tras conversar por teléfono con el emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad al Thani, y el presidente egipcio Abdel-Fattah el-Sissi, cuyas naciones son mediadores clave con Hamás.
Sin embargo, el martes, Biden adoptó un tono más cauteloso respecto a las perspectivas de un acuerdo inminente entre las dos partes. Después de su discurso en la convención demócrata, comentó a los periodistas que "Hamás ahora está retrocediendo", pero subrayó que Estados Unidos "continuará presionando" para lograr un alto el fuego.
Biden habló con el primer ministro israelí desde Santa Ynez, California, donde está de vacaciones con su familia en la finca de 8.000 acres del magnate de la tecnología médica y donante demócrata Joe Kiani.
La Casa Blanca informó que Biden y Netanyahu también discutieron sobre las crecientes tensiones entre Israel e Irán, así como con los grupos militantes respaldados por Teherán, incluyendo Hamás, Hezbolá y los hutíes.
La llamada se produjo tras las reuniones del secretario de Estado, Antony Blinken, con funcionarios en Israel, Egipto y Qatar, y antes de una nueva ronda de conversaciones en El Cairo a finales de esta semana.
"Este es un momento decisivo, posiblemente el mejor, y tal vez la última oportunidad para traer a los rehenes a casa, lograr un alto el fuego y encaminar a las partes hacia una paz y seguridad duraderas", afirmó Blinken tras reunirse el lunes en Tel Aviv con el primer ministro Netanyahu y el presidente israelí Isaac Herzog.
Funcionarios egipcios dijeron el miércoles a The Associated Press que Hamás ha rechazado la propuesta de transición por varias razones, entre ellas su escepticismo persistente sobre si el acuerdo retiraría efectivamente a las fuerzas israelíes de Gaza y pondría fin al conflicto.
Un funcionario egipcio, familiarizado con las negociaciones, explicó bajo condición de anonimato que la propuesta de transición exige que Hamás libere a los rehenes civiles más vulnerables, capturados durante su ataque del 7 de octubre contra Israel, como parte de la primera fase del acuerdo. Las siguientes fases serían negociadas sin que Hamás reciba "garantías" de Israel o de los mediadores, lo que aumenta la incertidumbre sobre el desenlace.
El funcionario señaló que la propuesta no especifica claramente que Israel retirará sus fuerzas de dos corredores estratégicos en Gaza: el corredor Filadelfia, ubicado junto a la frontera con Egipto, y el corredor Netzarim, que atraviesa el territorio de este a oeste. Según el funcionario, Israel ofrece reducir su presencia militar en el corredor Filadelfia, acompañando esta medida con simples "promesas" de una retirada completa de la zona.
Hamás, por su parte, busca una retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza, incluyendo el corredor Filadelfia, una estrecha franja de tierra de 14,5 kilómetros de longitud a lo largo de la frontera sur del enclave costero con Egipto.
A principios de esta semana, el primer ministro Netanyahu se reunió con grupos de derecha conformados por familiares de soldados caídos y rehenes en Gaza. Estos grupos, que se oponen a un acuerdo de alto el fuego, afirmaron que Netanyahu les comunicó que Israel no abandonará los dos corredores estratégicos en cuestión. La oficina del primer ministro no ha comentado sobre estas declaraciones.
Después de su visita a Egipto y Qatar, el secretario de Estado Antony Blinken afirmó que la propuesta de transición es "muy clara en cuanto al cronograma y las ubicaciones de las retiradas militares de Gaza". Sin embargo, aún no se han dado a conocer detalles específicos sobre dichas retiradas.
[Con información de The Associated Press]
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