El ejército mexicano volvió a ser atacado en Sinaloa el lunes por un grupo de hombres armados, en dos eventos que el gobernador de este estado del noroeste de México vinculó a tensiones generadas por la detención en julio de dos líderes del Cartel de Sinaloa en Estados Unidos.
Los dos ataques, el primero en la capital del estado, Culiacán, y luego otro al sur de la ciudad, dejaron cuatro heridos y llevaron a las autoridades a movilizar a militares para “tener capacidad suficiente para que las cosas se controlen y no se desborden para el bien de la población”, según el gobernador Rubén Rocha.
No aclaró de cuántos uniformados se trataba. Entre los heridos, hay dos militares.
La confrontación tuvo lugar 10 días después de otro ataque a militares en la comunidad de Jesús María, al norte de Culiacán, que provocó bloqueos de carreteras y que se extendiera el miedo entre la población.
El gobernador, del mismo partido del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, vinculó los hechos violentos de los últimos días a las detenciones del 25 de julio de Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, y de Ismael “El Mayo” Zambada, al aterrizar en Estados Unidos en un vuelo privado.
Presuntamente, Guzmán López organizó una trampa para secuestrar a Zambada y llevarlo con él a Estados Unidos, donde se entregó a las autoridades de ese país.
Desde entonces, expertos en narcotráfico advirtieron de un posible incremento de la violencia en Sinaloa por disputas para hacerse con el control del cartel.
El primer incidente ocurrió a primera hora del día cuando el ejército hacía “labores de apoyo a la seguridad pública”. Detectaron la presencia de individuos armados y estos los agredieron, con el resultado de dos militares heridos, de acuerdo con la explicación de Rocha.
El ataque generó momentos de tensión en Culiacán, la suspensión de clases y el despojo de 12 vehículos particulares por parte de los armados. Un video divulgado en redes mostraba cómo armados subían a un autobús y decían al conductor que no fuera hacia la capital porque estaba todo revuelto.
Posteriormente, el gobernador indicó que hubo “un problemita” en la localidad de Costa Rica, al sur de Culiacán, donde dos civiles resultaron heridos.
En conferencia de prensa, Rocha reconoció que sí había preocupación por lo sucedido pero dijo que, a primera hora de la tarde, la situación estaba controlada y no era necesario tomar “medidas drásticas” como el cierre de negocios.
Rocha garantizó que tienen en marcha todos los protocolos de seguridad necesarios.
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