El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el jueves más de 8.000 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania para ayudar a Kiev a "ganar esta guerra" contra los invasores rusos, aprovechando la visita del presidente Volodímir Zelenski para comprometerse a ello.
La ayuda incluye el primer envío de una bomba planeadora guiada de precisión denominada "Joint Standoff Weapon", con un alcance de hasta 130 kilómetros. El misil de medio alcance proporciona a Ucrania una importante mejora de las armas que está utilizando para golpear al ejército ruso, permitiendo a los ucranianos hacerlo a distancias más seguras.
La bomba, capaz de alcanzar objetivos con gran precisión, se lanzará desde aviones de combate. Biden no anunciará que Washington permitiría a Ucrania utilizar misiles estadounidenses para atacar objetivos situados en zonas más profundas de Rusia, dijo un responsable estadounidense.
Apoyar a Ucrania, que Rusia invadió en febrero de 2022, ha sido una de las principales prioridades de Estados Unidos, dijo Biden en un comunicado.
"Es por eso que, hoy, estoy anunciando un aumento en la asistencia de seguridad para Ucrania y una serie de medidas adicionales para ayudar a Ucrania a ganar esta guerra", dijo Biden, que deja el cargo en enero.
La mayor parte de la nueva ayuda, 5.500 millones de dólares, se asignará antes de que el lunes finalice el año fiscal estadounidense, cuando expira la autoridad de financiación. Otros 2.400 millones de dólares corresponden a la Iniciativa de Ayuda a la Seguridad de Ucrania, que permite al Gobierno comprar armas para Ucrania a empresas en lugar de retirarlas de los arsenales estadounidenses.
Esto proporcionará a Ucrania defensa aérea adicional, sistemas aéreos no tripulados y municiones aire-tierra, así como fortalecer la base industrial de defensa de Ucrania y apoyar sus necesidades de mantenimiento y sostenimiento, dijo Biden.
Según su plan, el Departamento de Defensa reacondicionará y proporcionará a Ucrania una batería adicional de defensa antiaérea Patriot y más misiles Patriot.
Biden ordenó al Pentágono que amplíe el entrenamiento de los pilotos ucranianos de F-16, incluso apoyando el entrenamiento de 18 pilotos adicionales el próximo año.
Críticas republicanas a Zelenski
Para combatir la evasión de las sanciones rusas y el blanqueo de dinero, Estados Unidos actuará para desbaratar lo que Biden llamó "una red global de criptodivisas, en coordinación con socios internacionales".
Biden dijo que convocará una reunión a nivel de líderes del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania en Alemania el próximo mes para coordinar los esfuerzos de más de 50 países que apoyan a Ucrania.
Antes de reunirse con Biden a mediodía (1600 GMT), Zelenski tiene previsto reunirse con líderes demócratas y republicanos en el Capitolio.
La defensa de Ucrania ha recibido un amplio apoyo bipartidista en Estados Unidos, pero no estaba claro cuántos republicanos sacarían tiempo para sentarse con Zelenski en el contexto de las crecientes críticas a su Gobierno por parte de los dirigentes del partido, incluido Donald Trump, el candidato presidencial republicano.
Trump ha estado criticando al presidente ucraniano mientras hace campaña para las elecciones del 5 de noviembre y, al menos por ahora, rechazó una petición de Zelenski para reunirse.
El expresidente criticó duramente a Zelenski el miércoles, diciendo en un mitin de campaña en Carolina del Norte: "Seguimos dando miles de millones de dólares a un hombre que se negó a hacer un trato, Zelenski".
Trump también culpó a Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris, su oponente presidencial demócrata, de permitir la invasión rusa.
Muchos congresistas republicanos se han mostrado furiosos por la visita de Zelenski el domingo a una fábrica de municiones en Scranton, Pensilvania, donde creció Biden. El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, dirigido por los republicanos, abrió una investigación sobre el viaje de Zelenski.
El presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, que no tiene previsto reunirse con Zelenski el jueves, le exigió que despidiera a su embajador en Washington por planear el viaje a Scranton, aunque dijo a los periodistas que esta exigencia no era una amenaza de oponerse a la ayuda militar.
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