Un octubre extremadamente seco está causando una sequía repentina en casi la mitad del territorio estadounidense, provocando incendios en el centro-occidente del país y obstaculizando el transporte fluvial en el río Mississippi.
Más de 100 diferentes estaciones meteorológicas en 26 estados, incluyendo Alaska, están registrando su octubre más seco desde que se llevan registros, según datos del Centro Climático Regional del Sur y el Centro Climático Regional del Medio Oeste.
Ciudades que no han registrado lluvias medibles en octubre incluyen Nueva York, Houston, Dallas, Filadelfia, San Francisco y Sioux City, Iowa, junto con lugares normalmente secos como Los Ángeles, Las Vegas y Phoenix, muestran los registros del Servicio Meteorológico Nacional.
“Estamos en camino de tener un octubre récord en sequedad”, dijo Allison Santorelli, coordinadora en funciones de advertencias para el Centro de Predicción Meteorológica de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica en College Park, Maryland. Esto incluye el sureste, algunas áreas del cual experimentaron inundaciones mortales justo el mes anterior por el huracán Helene.
En junio, menos del 12 % del país estaba experimentando sequía. Ahora es casi el 50 % y está aumentando, según el Monitor de Sequía estadounidense.
Esto encaja en la definición de “sequía repentina”, que es diferente de los períodos secos que se desarrollan lentamente, dijo Brad Rippey, meteorólogo del Departamento de Agricultura y autor del monitor de sequía.
Un estudio del año pasado mostró que un mundo en calentamiento debido a la quema de carbón, petróleo y gas está causando sequías repentinas más frecuentes y dañinas, como una que afectó a Estados Unidos en 2012 con un costo de 30.000 millones de dólares y una devastadora sequía en 2022 en China.
En una octava parte del área de Estados Unidos continental, no se ha reportado lluvia durante los primeros 28 días de octubre. Alrededor del 93 % del territorio continental estadounidense está viendo lluvias por debajo del promedio en octubre, la mayoría con menos de una pulgada, según datos de centros climáticos analizados por AP.
Ciudades como Washington pronostican alcanzar los 27 grados Celsius en Halloween, justo después de que Chicago y Detroit coqueteen con esas temperaturas veraniegas. “Eso es increíble” para finales de octubre, dijo el meteorólogo Ryan Maue, ex científico jefe de la NOAA.
Santorelli dijo que un domo de alta presión ha bloqueado la humedad que se mueve hacia el norte desde el Golfo de México, manteniendo seca gran parte de Estados Unidos desde las Llanuras y el Medio Oeste hasta la costa este.
“Hemos estado atrapados en este patrón de bloqueo durante casi dos meses”, dijo Rippey.
Estudios de la última década han mostrado que la corriente en chorro —las corrientes de aire que mueven los sistemas meteorológicos a través del mundo— es más ondulada y se atasca más a menudo, atribuyéndolo al calentamiento adicional del Ártico causado por el cambio climático antropogénico, dijo Rippey.
Lo que está sucediendo ahora, especialmente con un Ártico extremadamente cálido y “temperaturas oceánicas febriles en el Pacífico Norte”, encaja bien en la teoría, dijo Jennifer Francis, científica senior del Centro de Investigación Climática Woodwell, una de las pioneras del concepto.
Los sistemas meteorológicos estancados este año han causado perturbaciones en lugares como Sioux City, donde las lluvias de junio causaron tanta agua que derribaron un puente ferroviario y obligaron a las personas a subir a sus techos, dijo la climatóloga Melissa Widhalm, directora asociada del Centro Climático Regional del Medio Oeste en la Universidad de Purdue.
Asheville, Carolina del Norte, que fue devastada por el huracán Helene, fue inundada con casi 36 centímetros de lluvia en tres días en septiembre, pero ha recibido solo una centésima de pulgada en octubre.
El río Mississippi, un importante transportador de cultivos, está en niveles tan bajos que las cargas de envío deben ser restringidas, dijo Rippey. Es el tercer año consecutivo de niveles problemáticos de agua en el río, dijo. Cuando Helene azotó el Sureste e inundó Carolina del Norte y Tennessee a fines de septiembre, proporcionó un estallido de agua dulce que ayudó a devolver los niveles de agua del Mississippi a donde deberían estar, pero no duró, dijo Rippey.
Ello puede perjudicar el transporte de productos agrícolas, pero afortunadamente para los agricultores, la sequía repentina llegó después de la cosecha de maíz y soja, dijo Rippey.
Pero los campos secos significan una situación propicia para incendios forestales tanto en el Medio Oeste como en el Este, dijo Rippey. Equipos agrícolas han iniciado muchos incendios accidentalmente.
Cinco grandes incendios no controlados el martes quemaron más de 404 hectáreas en el Este y el Medio Oeste, según el Centro Nacional Interagencial de Incendios.
Se espera alivio para partes del Medio Oeste ya que se pronostica que sistemas tormentosos del Oeste provoquen lluvia, a veces intensa, el miércoles y jueves, dijo Santorelli. Pero gran parte del Este y Sureste estarán secos por otra semana, añadió.
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