Doce policías resultaron heridos el martes en Bolivia en un operativo para despejar una carretera tras 16 días de bloqueos por parte de seguidores del expresidente Evo Morales, que han tensado el clima político entre el exmandatario y el presidente Luis Arce.
El comandante de la Policía, Augusto Russo, denunció que los manifestantes explotaron dinamita para repeler la acción de la policía, que movilizó un gran número de efectivos para despejar una ruta que une las ciudades del oriente con las del occidente, donde está La Paz.
Los bloqueos de carretera, que se prolongan por más de dos semanas en respaldo a Morales ante la investigación que se sigue en su contra por abuso de una menor cuando era mandatario, han generado desabastecimiento en ciudades del país y han acentuado la fricción que mantienen ambas figuras por el liderazgo del partido oficialista Movimiento al Socialismo y por la próxima candidatura presidencial.
Morales denunció el domingo que agentes encapuchados dispararon contra su coche con la supuesta intención de asesinarlo cuando se dirigía a una radio de los cocaleros.
El ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, desmintió esa versión y aseguró que Morales y sus acompañantes se resistieron a una requisa de una patrulla antidroga, dispararon y atropellaron a un agente en su huida.
El exmandatario, que gobernó casi 14 años, reconoció en su programa radial que el auto en el que se transportaba pertenece a la petrolera estatal venezolana PDVSA, agregando así un nuevo elemento en el caldeado clima político del país andino.
Crecen el desabastecimiento y los precios
La policía no ha podido hasta ahora despejar las rutas mientras crece el malestar por el desabastecimiento de alimentos y de combustible, lo que está elevando el precio de artículos básicos en medio de una economía en crisis.
Según las autoridades más de un millar de camiones con alimentos y combustibles están varados en las carreteras. La semana pasada, otros 14 policías resultados heridos en enfrentamientos con los manifestantes.
En tanto, el coronel Fríder Jiménez, comandante de la policía en la región cocalera del Chapare, anunció en declaraciones a la televisora Unitel el repliegue de la policía en esa zona ante el hostigamiento de los seguidores de Morales.
El expresidente se ha refugiado en esa zona, su bastión político, desde que se conoció que tiene una orden de la fiscalía para responder por las acusaciones de abuso a una menor que quedó embarazada.
Él acusó al gobierno de Arce de "armar" un caso judicial para sacarlo de la carrera a los comicios presidenciales del próximo año.
La Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia condenó las agresiones al trabajo de periodistas y camarógrafos por parte de los manifestantes.
"La vida de toda persona merece respeto y, en el caso de los trabajadores de la prensa, su labor es ajena a la pugna política que ha derivado en acciones de protesta de militantes de un partido en diferentes regiones del país", dijo.
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