Rusia lanzó un ataque aéreo masivo contra Ucrania el viernes, cuando disparó 93 misiles y casi 200 drones, dijo el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, describiéndolo como uno de los bombardeos más pesados del sector energético del país desde la invasión a gran escala de Rusia hace casi tres años.
Las defensas ucranianas derribaron 81 misiles, incluidos 11 misiles de crucero que fueron interceptados por aviones de guerra F-16 proporcionados por aliados occidentales a principios de este año, dijo Zelenskyy.
Rusia está "aterrorizando a millones de personas" con tales ataques, dijo en su canal de Telegram, renovando su pedido de unidad internacional contra el presidente ruso Vladimir Putin.
"Se necesita una fuerte reacción del mundo: un ataque masivo, una reacción masiva. Esta es la única manera de detener el terrorismo", dijo Zelenskyy.
Pero la incertidumbre rodea cómo podría desarrollarse la guerra el próximo año. El presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, que asumirá el cargo el mes próximo, ha prometido poner fin a la guerra y ha puesto en duda si el vital apoyo militar estadounidense a Kiev continuará. La embajada de Estados Unidos en Kiev dijo que el ataque del viernes también tuvo como objetivo las redes de transporte y otras instalaciones clave.
Rusia ha intentado repetidamente paralizar el sistema eléctrico de Ucrania en un esfuerzo por quebrar la voluntad de los civiles que se quedaron a oscuras sin agua corriente ni calefacción y para interrumpir la fabricación de defensa ucraniana.
El ministro de Energía ucraniano, Herman Halushchenko, dijo que los trabajadores de la energía estaban haciendo todo lo necesario para "minimizar las consecuencias negativas para el sistema energético", y prometió dar a conocer más detalles sobre los daños una vez que la situación de seguridad lo permitiera.
La Fuerza Aérea de Ucrania informó de múltiples ataques con drones lanzados contra Ucrania durante la noche seguidos de enjambres de misiles de crucero en el espacio aéreo del país. Dijo que Rusia también utilizó misiles balísticos Kinzhal lanzados desde el aire contra las regiones occidentales de Ucrania.
Moscú ha declarado que los ataques aéreos tienen como objetivo obstaculizar la industria de defensa de Ucrania, frustrando la producción de misiles, drones, vehículos blindados y artillería, entre otras armas. El 28 de noviembre, un ataque masivo similar utilizó alrededor de 200 misiles y drones y dejó a más de un millón de hogares sin electricidad hasta que los equipos de emergencia restablecieron el suministro.
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