Cerca de 10 millones de empleados estatales de India llevan a cabo una huelga de un día para protestar por los planes de reforma económica del gobierno.
La medida interrumpió las actividades en Nueva Delhi y virtualmente paralizó la capital comercial del país, Bombay. En Calcuta, la mayoría de los comercios y oficinas no funcionaron y los taxis y autobuses no salieron a las calles.
A los sindicatos les preocupan los planes del gobierno federal para acelerar la privatización de las industrias nacionalizadas, por temor de que las reformas pudieran llevar a numerosas pérdidas de empleos en todo el país.