Un equipo de investigadores estadounidenses se unió a la investigación para determinar qué causó que un aivón taiwanés se rompiera en pedazos en el aire y se estrellara en el mar.
El piloto del Boeing 747 de China Airlines no informó de ningún problema antes de que la aeronave se estrellara el sábado, unos 20 minutos después de haber despegado con destino a Hong Kong. Las 225 personas a bordo murieron.
El equipo estadounidense que asiste en la investigación también trabajó en dos casos similares, en 1998 en el accidente de un avión de Swissair que se estrelló cerca de Nueva Escocia, y en 1996 en el accidente del vuelo 800 de TWA que estalló poco después de despegar de Nueva York.