El Ejército de Colombia, pese al fallido rescate en el que la guerrilla mató a un gobernador, un ex ministro de Defensa y ocho militares secuestrados, advirtió el martes que no renunciará a esas operaciones, mientras familiares de rehenes pedían prudencia al gobierno.
“La obligación nuestra es rescatar a los colombianos que estén secuestrados, la obligación nuestra es llegar a los sitios en donde se requiere nuestra presencia”, dijo el comandante del Ejército, general Carlos Alberto Ospina.
El gobierno del presidente Alvaro Uribe acusó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de asesinar el lunes al gobernador del departamento de Antioquia, Guillermo Gaviria, el ex ministro de Defensa Gilberto Echeverri y a ocho militares que mantenían secuestrados.
La fallida operación de rescate se registró en una zona selvática e inhóspita cerca al municipio de Murindó, en el departamento de Antioquia, 400 kilómetros al noroeste de Bogotá.