Abogados del Departamento de Defensa de Estados Unidos se reunieron con el fiscal general británico, Peter Goldsmith, para discutir el destino de nueve presuntos terroristas británicos que están detenidos en la base naval norteamericana de Guantanamo, en Cuba.
Diplomáticos manifestaron que las conversaciones con la delegación encabezada con el jefe de asesoría legal del Pentágono, William Haynes, según se anticipó, centrarían su atención en dos de los detenidos, Feroz Abbasi y Moazzam Begg.
Ambos están en la primera lista del presidente George Bush, como posibles acusados a ser enjuiciados en tribunales militares bajo cargos de terrorismo o vínculos con al Kaida. Los dos individuos fueron capturados en Afganistán.
Después de las conversaciones del mes pasado en Washington, Goldsmith dijo que Estados Unidos acordó no pedir la pena de muerte para los dos arrestados.
Agregó que su objetivo es asegurar que los detenidos británicos, si son enjuiciados, tengan juicios imparciales, donde quiera que se lleven a cabo.
Funcionarios británicos dijeron que el fiscal general, según se espera, destacará las reservas que tiene su país sobre juicios a presuntos terroristas ante comisiones militares, y pedirá la repatriación de ambos.