El béisbol regresa a la capital estadounidense por primera vez en 33 años, con los Expos de Montreal. El béisbol de las Grandes Ligas anunció ayer que el equipo pasará a Washington para comenzar a jugar en el Estadio Robert F. Kennedy a partir de la temporada del 2005. El alcalde de Washington, Tony Willimas hizo el anuncio haciendo alusión al tiempo de espera para que este deporte regresara a Washington.
El béisbol había estado buscando una nueva sede para los Expos desde que el equipo con problemas financieros fue adquirido por los otros 29 propietarios de grandes ligas en 2002. Las Vegas; Norfolk, Virginia; Monterrey, México; Portland, Oregón, y Virginia del Norte también solicitaron la sede, pero en las últimas semanas Washington tomó ventaja en las negociaciones, fortalecido por su base de población rica y un paquete financiero que construiría un nuevo estadio principalmente con dinero de contribuyentes. Esta semana se superó un obstáculo cuando el béisbol llegó a un acuerdo con Peter Ángelos, propietario de los Orioles de Baltimore, que había objetado que un equipo se ubicara a sólo 65 kilómetros del estadio Camden Yards de los Orioles.
El presidente de la FIFA Joseph Blatter teme que clubes europeos, animados por la "codicia", crearán una liga aparte que debilitaría el fútbol internacional. El dirigente suizo afirmó que un pequeño grupo de clubes ricos se fortalece con contrataciones de los mejores jugadores. Si forman su propia liga, al margen de la FIFA, le impedirán a los futbolistas actuar con sus selecciones nacionales, indicó Blatter. Señaló que intentar sustituir partidos internacionales con una liga profesional "artificial" está "llamada a fracasar". "El fútbol debe seguir para el entretenimiento de todos", puntualizó Blatter. "No debe ser para beneficio de unos cuantos codiciosos que creen que su efímera fortaleza financiera les otorga la legitimidad para dictar las pautas, olvidar las raíces y destruir las fundaciones del deporte".