La madrugada del domingo, un tren de 72 vagones cargados de petróleo descarriló en el pequeño pueblo canadiense de Lac-Megantic , situado en Quebec, a 250 km de Montreal.
El descarrilamiento provocó que algunos de los tanques explosionaran y que se incendiaran casa y bares aledaños a la zona del siniestro. El número de víctimas mortales asciende a 5, aunque hay 40 personas desaparecidas.
La policía comunicó a los familiares que no hay esperanzas de encontrar a sus allegados con vida. Los especialistas señalaron que será muy difícil incluso recuperar los restos mortales de las víctimas debido a las altas temperaturas alcanzadas por los incendios.
La compañía ferroviaria, “Montreal, Maine & Atlantic” (MMA por sus siglas en inglés), comunicó a la prensa que el tren había sido estacionado durante la noche para un cambio de operario y que debido a un presunto fallo en los frenos de la locomotora, el tren pudo haberse precipitado hacia el pueblo.
Un día después del accidente, el fuego seguía ardiendo, y solamente una pequeña parte de la zona siniestrada había sido rastreada.
Según fuentes del cuerpo de bomberos, la búsqueda no empezó antes porque había que asegurarse de que todos los focos del incendio estuvieran bajo control, ya que al tratarse de petróleo lo que ardía, el incendio solamente se apagaría una vez se hubiera consumido todo el fuel.
La zona del accidente está situada en la zona central del pueblo, área llena de bares y de propiedades privadas que han quedado completamente devastadas por el suceso. Un tercio de los 6000 habitantes que componen la población de Lac-Megantic, tuvieron que ser desalojados.
El descarrilamiento provocó que algunos de los tanques explosionaran y que se incendiaran casa y bares aledaños a la zona del siniestro. El número de víctimas mortales asciende a 5, aunque hay 40 personas desaparecidas.
La policía comunicó a los familiares que no hay esperanzas de encontrar a sus allegados con vida. Los especialistas señalaron que será muy difícil incluso recuperar los restos mortales de las víctimas debido a las altas temperaturas alcanzadas por los incendios.
La compañía ferroviaria, “Montreal, Maine & Atlantic” (MMA por sus siglas en inglés), comunicó a la prensa que el tren había sido estacionado durante la noche para un cambio de operario y que debido a un presunto fallo en los frenos de la locomotora, el tren pudo haberse precipitado hacia el pueblo.
Un día después del accidente, el fuego seguía ardiendo, y solamente una pequeña parte de la zona siniestrada había sido rastreada.
Según fuentes del cuerpo de bomberos, la búsqueda no empezó antes porque había que asegurarse de que todos los focos del incendio estuvieran bajo control, ya que al tratarse de petróleo lo que ardía, el incendio solamente se apagaría una vez se hubiera consumido todo el fuel.
La zona del accidente está situada en la zona central del pueblo, área llena de bares y de propiedades privadas que han quedado completamente devastadas por el suceso. Un tercio de los 6000 habitantes que componen la población de Lac-Megantic, tuvieron que ser desalojados.
