El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, descartó este miércoles que se vaya a discutir este año el proyecto de reforma migratoria aprobado por el Senado.
Para efectos prácticos, el tema queda muerto para lo que resta del año, pese a la presión que ha habido de parte de la Casa Blanca, los empresarios, las iglesias y los activistas.
“La idea de que vamos a tomar un proyecto de 1.300 páginas que nadie ha leído, que es lo que hizo el Senado, no va a pasar en la Cámara, y, francamente, quiero dejar en claro que no tenemos la intención de volver a negociar en conferencia con una ley del Senado”, dijo Boehner a los reporteros en una conferencia de prensa en el Capitolio.
Pese a vigilias y ayunos frente al Capitolio por parte activistas en favor de la reforma, Boehner dijo a los periodistas que mantienen la idea de enfocar el asunto por partes y no de manera integral.
Anunció además que el representante Robert Goolatte, el presidente de la Comisión Judicial de la Cámara, está trabando en “un conjunto de principios que ayuden a guiarnos a medida que tratamos este tema”.
“Para pasar la reforma migratoria solo se necesita un día”, dijo a la Voz de América Gustavo Torres, Director Ejecutivo de CASA en Acción, una organización de apoyo a los inmigrantes.
Ellos junto a pastores evangélicos y otros activistas estuvieron desarrollando eventos frente al Congreso, incluyendo vigilias y ayunos, para insistir en la ley de reforma inmigratoria.
“Nos quedan exactamente 10 días de Congreso, pero si hay voluntad política se puede hacer”, había asegurado Torres de manera optimista.
La reforma migratoria ha quedado en el limbo desde que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata, y que incluye la opción de la naturalización para 11 millones de indocumentados.
Escuche aquí la entrevista completa con Gustavo Torres.
Para efectos prácticos, el tema queda muerto para lo que resta del año, pese a la presión que ha habido de parte de la Casa Blanca, los empresarios, las iglesias y los activistas.
“La idea de que vamos a tomar un proyecto de 1.300 páginas que nadie ha leído, que es lo que hizo el Senado, no va a pasar en la Cámara, y, francamente, quiero dejar en claro que no tenemos la intención de volver a negociar en conferencia con una ley del Senado”, dijo Boehner a los reporteros en una conferencia de prensa en el Capitolio.
Pese a vigilias y ayunos frente al Capitolio por parte activistas en favor de la reforma, Boehner dijo a los periodistas que mantienen la idea de enfocar el asunto por partes y no de manera integral.
Anunció además que el representante Robert Goolatte, el presidente de la Comisión Judicial de la Cámara, está trabando en “un conjunto de principios que ayuden a guiarnos a medida que tratamos este tema”.
“Para pasar la reforma migratoria solo se necesita un día”, dijo a la Voz de América Gustavo Torres, Director Ejecutivo de CASA en Acción, una organización de apoyo a los inmigrantes.
Ellos junto a pastores evangélicos y otros activistas estuvieron desarrollando eventos frente al Congreso, incluyendo vigilias y ayunos, para insistir en la ley de reforma inmigratoria.
“Nos quedan exactamente 10 días de Congreso, pero si hay voluntad política se puede hacer”, había asegurado Torres de manera optimista.
La reforma migratoria ha quedado en el limbo desde que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata, y que incluye la opción de la naturalización para 11 millones de indocumentados.
Escuche aquí la entrevista completa con Gustavo Torres.