Más de un centenar de muertos, decenas de desaparecidos, zonas inaccesibles, caos y destrucción es lo que ha dejado el saldo primario del pasaje de la tormenta tropical Agatha por Centroamérica.
Guatemala es la nación más afectada, donde los muertos llegan casi a un centenar, informó la Coordinador Nacional para la Reducción de Desastres guatemalteca.
Sin embargo, el paso de la tormenta también ha tenido efectos devastadores desde el sur de México, hasta Nicaragüa, incluyendo El Salvador y Honduras, donde también provocó víctimas fatales.
Las tareas de rescate continúan pese a las persistentes lluvias y fuertes vientos y se estima que en toda la región centroamericana, la cifra de fatalidades supera las 130 personas. Las decenas de desaparecidos que también se han reportado amenazan con incrementar el número de pérdida de vidas.
Decenas más siguen desaparecidos y miles han perdido sus casas, mientras equipos de emergencia se esforzaban el lunes por alcanzar comunidades aisladas luego que caminos y puentes fueron destruidos por la tormenta.
Las víctimas perecieron principalmente a causa de los deslaves, correntadas e inundaciones repentinas. La cifra de muertos en Guatemala ya alcanza a las 100 personas, otras 14 víctimas fatales de reportaron en Honduras y nueve en El Salvador.
La ciudad más afectada en Guatemala es Chimaltenango, ubicada a unos 50 kilómetros al este de la capital guatemalteca, donde los deslaves afectaron a comunidades indígenas que viven en las áreas rurales.
"Está colapsado el departamento, hay muchos muertos, las carreteras están bloqueadas, los albergues rebasados. Necesitamos agua, víveres, ropa, frazadas pero sobre todo, dinero", dijo el gobernador de Chimaltenango, Erick de León.
Las lluvias, fuertes vientos y deslaves dejaron además más de 110 mil evacuados en Guatemala, donde se son miles las viviendas destruidas o dañadas por la tormenta tropical.
En Honduras la portavoz de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Vanessa Morales, dijo que continúan las tareas de rescate en el país, donde el gobierno decretó alerta máxima.
Incluso el ministro de Relaciones Exteriores, Mario Canahuati, anunció que el gobierno del presidente Porfirio Lobo ya ha solicitado ayuda a la comunidad internacional para enfrentar la situación. "Estados Unidos ya puso a nuestra disposición un fondo de $100 mil dólares para atender las primeras diligencias derivadas de la crisis", indicó.
En El Salvador, por su parte, el presidente Mauricio Funes, quien decretó el estado de máxima alerta durante el fin de semana, decidió mantenerlo aunque, tal como señaló luego, “la tormenta parece estar disminuyendo de intensidad, pero la situación en todo el país sigue siendo crítica".