Un agente federal antinarcóticos filtraba información confidencial sobre uno de los principales blancos criminales de Washington en Venezuela, como parte de un plan para vender secretos del gobierno estadounidense a abogados defensores que buscaban atraer a clientes ricos, se declaró en un juicio esta semana.
En una llamada telefónica intervenida, el agente de la DEA John Costanzo Jr. reveló la fecha exacta de 2019 en que los fiscales en Miami pensaban presentar cargos contra el empresario Alex Saab por presuntamente desviar 350 millones de dólares de contratos del Estado.
La filtración, que toma estado público por primera vez, es un nuevo caso bochornoso de conducta delictiva por parte de un agente del principal organismo antinarcóticos de Estados Unidos y podría complicar aún más el dificultoso caso del Departamento de Justicia contra Saab.
Saab se ha convertido en una causa célebre entre los aliados del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. El mandatario sostiene que el empresario nacido en Colombia es un diplomático venezolano al que atacan por sus intentos de soslayar las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump. Saab fue arrestado durante una parada para repostar en vuelo a Irán, a donde lo había enviado Maduro a negociar acuerdos petroleros.
Pero antes de su arresto, el mismo Saab era un informante de la DEA, se reunía con agentes fuera de Venezuela, renunciaba a ganancias ilegales valorizadas en millones de dólares y aceptaba ayudarlos a profundizar su investigación del círculo íntimo de Maduro, según los fiscales.
“Cuando acusamos a alguien, el secreto tiene su razón de ser”, dijo Michael Nadler, un exfiscal federal en Miami que acusó a Saab ante el jurado en Manhattan. “No se debe revelar información que ayude a nadie por fuera del equipo de fiscales a conseguir clientes”, añadió.
Costanzo está acusado de embolsar 73.000 dólares por filtrar información policial confidencial a su exjefe en la DEA Manny Recio, ahora acusado junto con él.
Días después de retirarse como supervisor en la DEA, Recio empezó a trabajar como investigador para los abogados defensores Luis Guerra y David Macey, de Miami.
Los fiscales han calificado a estos defensores de “abogados corruptos” que “pagaban altos precios por secretos de la DEA”, pero no han explicado por qué no los han acusado juntamente con Costanzo y Recio.
Macey y Guerra no respondieron a pedidos de declaraciones. El colegio de abogados de Florida no reveló si ha tomado medidas disciplinarias contra ellos.