El presidente de EE.UU. Donald Trump, se reunió el jueves en Hamburgo con la canciller alemana Angela Merkel, una de sus críticas frecuentes en el escenario mundial, justo antes del inicio de la cumbre del G-20 de los líderes de las mayores economías del mundo.
Los dos líderes se reunieron en un hotel, saludándose brevemente ante periodistas antes de dirigirse a sus conversaciones a puerta cerrada, que incluirían discusiones sobre asuntos comerciales, cambio climático e inmigración.
Merkel ha expresado su disgusto por la retirada de Trump del acuerdo climático internacional de París de 2015, cuyo objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo en los próximos años.
Ella ha calificado como "extraordinariamente lamentable" la decisión de Trump . También ha dicho que Europa ya no puede depender totalmente de los EE.UU. como un socio en el escenario mundial, mientras Trump avanza sus políticas de "América en primer lugar".
Merkel ha dicho que Alemania y China pueden trabajar juntos para resolver los problemas mundiales.
Por su parte, Trump ha sido crítico de los esfuerzos de Merkel para permitir que más inmigrantes crucen a Alemania en un momento en que el líder de EE.UU. ha estado defendiendo su orden de frenar la inmigración de seis países mayoritariamente musulmanes en un esfuerzo para combatir posibles ataques terroristas.
Es la segunda vez que los dos líderes se han enfrentado cara a cara. La primera fue en marzo, cuando Merkel visitó la Casa Blanca, en un encuentro marcado por intercambios incómodos delante de las cámaras.
Entretanto la policía de Hamburgo se enfrentó este jueves con manifestantes vestidos de negro que llegaron por miles a la ciudad con el fin de protestar contra la Cumbre del G20.
La protesta de este jueves, a poco más de 3 km de la sede de la Cumbre, y denominada "G20 Bienvenido al infierno" está dirigida contra capitalismo.
La policía antimotines alemana utilizó cañones de agua contra los manifestantes que a su vez lanzaron bombas de humo.
