Las organizaciones no gubernamentales(ONGs) alertaron el sábado de una posible catástrofe humanitaria en Siria, después de que Rusia y China vetaran un proyecto de resolución de la ONU para extender un año la ayuda humanitaria transfronteriza de Naciones Unidas a millones de personas en el país.
Esta ayuda beneficia principalmente a los habitantes de regiones que, en parte, no están bajo el control de Damasco, sobre todo en la provincia de Idlib (noroeste), donde 12 civiles murieron el sábado en bombardeos del régimen y de su aliado ruso, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Los bombardeos se intensificaron desde el 16 diciembre en el sur de Idlib, obligando a decenas de miles de personas a dejar sus hogares, según la ONU.
La ayuda humanitaria, procedente de Jordania, Irak y Turquía, llega a Siria a través de puntos de paso designados por la ONU sin la autorización oficial del régimen de Damasco, pero la misión concedida a la ONU expira el 10 de enero.
El viernes, Rusia y China vetaron en el Consejo de Seguridad un proyecto de resolución de Alemania, Bélgica y Kuwait para extender un año esta ayuda a cuatro millones de sirios.
Estados Unidos tildó de "vergonzoso" ese veto. "Tienen sangre en las manos", acusó en un comunicado el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
"Las familias necesitadas, muchas de las cuales se vieron obligadas a huir varias veces durante la crisis, dependen de la ayuda proporcionada por las operaciones transfronterizas de la ONU", advirtió el sábado la oenegé Oxfam en un comunicado.
"No hay ninguna manera realista de llegar a cientos de miles de estas familias" desde el interior de Siria, añadió.
- "Única manera" -
Idlib, controlada por los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS), antigua rama siria de Al Qaida, acoge a más de tres millones de personas, de las cuales la mayoría fueron desplazadas a otras partes del país reconquistadas por Damasco.
Para el régimen, que controla ahora más del 70% del territorio según el OSDH, la reconquista de Idlib es clave para poner fin a la guerra iniciada en 2011.
Habida cuenta de la persistente violencia y los desplazamientos, la ayuda humanitaria sigue siendo indispensable, estiman ONGs.
Entre los 12 civiles que murieron el sábado en Idlib, ocho cayeron en bombardeos de la aviación siria en la localidad de Saraqib, en el este de Idlib, y tres miembros de una misma familia murieron en incursiones rusas en el pueblo de Deir Sharki, indicó el OSDH.
Desde el jueves por la noche, enfrentamientos cerca de la ciudad de Maaret al Numan dejaron cerca de 140 combatientes muertos, incluidos 57 miembros de las fuerzas prorrégimen.
"Mientras Estados miembro de la ONU se acusan mutuamente en lugar de renovar la ayuda crítica necesaria a los niños sirios, cientos de miles de personas en Idlib sufren intensos bombardeos", declaró Carolyn Miles, de Save the Children.
El mecanismo de ayuda en vigor "es la única manera de llegar a un gran número de estos niños", insistió.
Pese a un alto el fuego anunciado por Moscú a finales de agosto, más de 280 civiles y varios cientos de combatientes de los dos bandos murieron desde entonces en bombardeos y combates en tierra, según el Observatorio.
El ejército sirio, apoyado por la fuerza aérea rusa, dirigió una ofensiva entre abril y agosto en Idlib, en la que murieron mil civiles, apuntó la misma fuente, y 400.000 personas fueron desplazadas, según la ONU.
- "La era de la impunidad" -
"El fin del envío transfronterizo significa que varios grupos de ayuda locales apoyados por la ONU deberán cesar sus operaciones", advirtió Maamun Kharbut de la organización local Violet.
"Esto va a paralizar el esfuerzo humanitario en el norte de Siria", afirmó a la AFP.
Unos cuatro millones de sirios se benefician de la ayuda humanitaria transfronteriza, aunque un total de 11 millones siguen recibiendo apoyo internacional.
"Es la nueva era de la impunidad. Los combates continúan pero la ayuda está en punto muerto", lamentó el viernes David Miliband del Comité Internacional de Rescate en un comunicado.
En otro frente, un ataque "terrorista" alcanzó tres instalaciones petroleras en la provincia central de Homs, indicó el sábado el ministerio sirio del Petróleo y de Riquezas Minerales.
El OSDH aseguró que el ataque fue efectuado por drones, y atribuyó la responsabilidad al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que reivindicó otro ataque perpetrado el jueves por la noche contra una estación de distribución de gas en el este de la misma provincia, matando a 13 miembros de las fuerzas prorrégimen y a cuatro civiles.
Más de 370.000 personas han muerto desde el comienzo de la guerra en Siria y millones han sido desplazadas.