En su discurso inicial como presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que la deforestación del bosque tropical de Amazonas disminuyó durante su pasado periodo de gobierno, lo cual es cierto.
Estadísticas y expertos en el tema, coinciden en que durante la administración anterior de Lula Da Silva como presidente, la reducción de la destrucción de la zona de la Amazonía se logró observar tanto en el primer como en el segundo periodo de su gobierno.
“En nuestro gobierno logramos reducir la deforestación en la Amazonía en un 80 %, reduciendo considerablemente la emisión de gases causantes del calentamiento global”, dijo ante miles de brasileños en su discurso como presidente electo la noche del pasado 30 de octubre desde Sao Paulo.
Solo en Facebook, su mensaje contaba con alrededor de 951.000 reproducciones, 107.000 reacciones, 63.000 comentarios y más de 21.000 veces compartidos.
El presidente electo, Lula Da Silva, insistió durante su mensaje que luchará ahora por la deforestación cero del bosque de la Amazonía.
Importancia de la Amazonía
De acuerdo con datos de Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y del Informe de la Amazonía Viva 2016, destacan que la zona del Amazonas es el bosque tropical más grande del mundo, el cual también alberga entre el 17 % y 20 % del agua dulce mundial, lo que la convierte en una zona de trascendencia ante las condiciones complejas del cambio climático.
Cifras de deforestación
Según los datos del Proyecto de Monitoreo Satelital de la Deforestación en la Amazonía Brasileña (PRODES), del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), la deforestación sí disminuyó en el periodo pasado del presidente Lula Da Silva.
Solo en el periodo de 2003 a 2010, los años en que fue presidente Lula, PRODES registró una disminución de 72.4 % en la deforestación. Mientras en 2003 se reportó una tasa de 25,396 km² de área deforestada en la Amazonía Legal de Brasil, en 2010 fue un área de 7,000 km² de pérdida de bosque.
El porcentaje de alrededor de 80 % es cierto, si se considera de 2003 a 2012. El primer año de Lula en el poder se registraron 25,396 km² de área deforestada en la Amazonía de Brasil. En 2012, durante la administración de Dilma Rousseff, el área deforestada fue de 4,571 km². Al considerar estos periodos, la reducción de la deforestación en la Amazonía Legal fue del 82 %.
Cristiane Mazzetti, activista forestal de Brasil con maestría en Medio Ambiente, quien también ha sido portavoz de Green Peace, reconoció que durante el periodo de Lula la deforestación bajó, mientras que con Bolsonaro esta aumentó a consecuencia de políticas “anti ambientales”.
“Con Lula, la deforestación cayó: la tasa en la Amazonía se redujo en un 83 % entre 2004 y 2012, principalmente como resultado de un plan articulado para el control de la deforestación, el PPCDam. Con Bolsonaro, la deforestación solo subió, un 73 % entre 2018 y 2021. Fruto de su política anti ambiental”.
Medidas contra la deforestación
Existen diversos motivos por los que durante la administración del presidente Lula Da Silva, de 2003 a 2010, disminuyeron los índices de deforestación y esto fue en parte a causa de las medidas gubernamentales implementadas contra ello a partir de 2004, como lo fue el Plan de Acción para la Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonía Legal (PPCDAm).
Cristian Bonacic, profesor de la Universidad Católica de Santiago de Chile, quien cuenta con estudios en temas de biodiversidad y ha investigado la evolución de la deforestación del Amazonas, explicó a la Voz de América que las tasas de deforestación después del año 2000 se lograron bajar con políticas ambientales estrictas implementadas.
“Crearon una policía medioambiental que se llama IBAMA (Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables) y en el año 2000 al 2014 o 2015, había bajado bastante la deforestación, en comparación a registros históricos de las décadas previas, lamentablemente esa tasa de deforestación y los incendios forestales fueron aumentando en los últimos 4 o 5 años, pero no a los niveles que tenían históricamente en el siglo 20”, dijo.
Bonacic añadió que aunque todavía existe el IBAMA y el Ministerio de Medio Ambiente en Brasil, si a los organismos no se les brindan actualmente las herramientas y el presupuesto para adecuado control, no pueden ejercer su acción de la mejor manera posible.
Además coincidió en que las tasas de deforestación registraron bajas en el periodo pasado del gobierno de Lula Da Silva, es Rodolfo Lacy, director de Acción Climática y Medio Ambiente de la OCDE para América Latina.
Lacy, ingeniero en materia ambiental, dijo a la Voz de América que Da Silva, de la mano del gobierno de Brasil, se mostró desde años atrás comprometido con las políticas internacionales en favor del medio ambiente.
“Efectivamente las tasas de deforestación durante el periodo de Lula, los dos periodos de Lula, decrecieron sustancialmente, con Dilma Rousseff también decreció un poco más, y ya fue con Temer y con Bolsonaro cuando empezaron a crecer estas tasas de deforestación nuevamente, pero jamás alcanzando los niveles que recibió Lula cuando él entró como presidente, que logró revertir a los dos años de gobierno y esto lo hizo porque la Conferencia de Río de 1992 que se realizó en Brasil en la cual se definieron las 3 grandes convenciones de las Naciones Unidas para proteger el medio ambiente, que son cambio climático, biodiversidad y desertificación, han sido defendidas históricamente y de manera ejemplar por Brasil”, dijo.
Consideró en contraparte que en la actual administración el gobierno de Bolsonaro ha promovido políticas que afectan la zona boscosa más grande, como lo són la expansión de la agricultura y la ganadería.
“Evidentemente con Bolsonaro y el incremento de las temperaturas del planeta, las actividades de roza, tumba, quema (un sistema itinerante de cultivo fundamentado en alternar el uso intensivo de un terreno) y la expansión de la agricultura y la ganadería que él promovió, evidentemente se pueden revertir ahora con Lula ya que está asumiendo una posición a mi juicio progresiva desde el punto de vista de protección de medio ambiente”.
Ante ello, el director de Acción Climática y Medio Ambiente de la OCDE para América Latina consideró como buena noticia que Lula haya iniciado su periodo como presidente electo defendiendo la agenda ambiental, la cual es importante ante la situación compleja en materia climática.