Argentina volvió a la segunda cuarentena estricta en 14 meses, ahora por 9 días, porque vive su peor momento desde el inicio de la pandemia de COVID-19, con cifras récord de contagios y muertes que empujaron al gobierno a imponer controles en las zonas más pobladas del país.
Argentina encabeza la tasa casos por millón de habitantes de Sudamérica junto a Brasil y Uruguay, y está entre las 12 naciones más impactadas del mundo.
El presidente Alberto Fernández le pidió a la población "el mayor compromiso posible", porque el sistema sanitario está colapsado.
“Hay ciudades y provincias que tienen hoy su sistema de salud al límite, con hospitales públicos y sanatorios privados que están al borde de no poder dar respuestas. Estamos atravesando el peor momento desde que empezó la pandemia. Estamos en un récord de contagios y fallecimientos”, dijo.
Los profesionales de la medicina están preocupados por los más de 77.000 muertes y la ocupación total de las camas de terapia.
“La saturación, el colapso y la adaptación del servicio para el área COVID. Está muy difícil la situación y necesitamos que estas restricciones se cumplan y se controlen para poder alivianar el sistema de salud y sobre todo a los profesionales´”, explicó la enfermera Gladys Nortollo, del Hospital Argerich de Buenos Aires.
La vacunación solo ha llegado a 8 millones de los 43 millones de argentinos, marcha a ritmo muy lento y con problemas de suministros. Comerciantes como Carina Galiardi se quejan de la indiferencia de la población.
“La gente no se cuida, ninguno nos cuidamos y queremos salir y viajamos. Es imposible controlar a la gente, la gente no tiene noción de la gente que se está muriendo”
A pesar de los planes de ayuda del Gobierno para empresas, industrias, trabajadores y familias más vulnerables, el problema de la escasez de productos se está haciendo evidente en Argentina.
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