A 75 aumentó el número de reos que murieron este martes en Ecuador en una serie de motines en tres cárceles del país, informó el SNAI, un organismo del gobierno a cargo de las prisiones.
Las autoridades atribuyen los incidentes a un choque entre bandas de delincuentes. En horas de la tarde, la Fiscalía y la oficina Criminalística de la Policía informaron el detalle de los fallecidos: en Guayaquil: 21 muertos ; en Cuenca 33 muertos en el pabellón de máxima seguridad, y en Latacunga, ocho fallecidos.
El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, atribuyó los incidentes a "una acción concertada de las organizaciones criminales para generar violencia en las cárceles del país."
Las revueltas ocurrieron en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, la ciudad más grande del país (provincia de Guayas); en los Centros de Rehabilitación de Turi, en Cuenca, la tercera ciudad más grande de Ecuador (provincia de Azuay); y en Latacunga, provincia de Cotopaxi, unos 90 km al sur de Quito.
La policía informó que el control de las prisiones se logró en colaboración con fuerzas militares.
El presidente Lenín Moreno informó en Twitter que había pedido al ministro de Defensa "ejercer un estricto control de armas, municiones y explosivos en los perímetros exteriores de los centros penitenciarios".
El director de prisiones, Edmundo Moncayo, dijo que unos 800 policías ayudaron a recuperar el control de las instalaciones. Indicó que dos grupos estaban tratando de ganar "liderazgo criminal dentro de los centros de detención" y que los enfrentamientos fueron precipitados por una búsqueda de armas llevada a cabo el lunes por la policía.
Fotografías y videos en las redes sociales muestran a presuntos presos decapitados y desmembrados en medio de charcos de sangre.
Moncayo dijo que cerca del 70% de la población carcelaria del país vive en los centros donde ocurrieron los disturbios.
Posible rebelión frente a nuevas acciones de control
El lunes se realizó una requisa en la cárcel de Guayaquil, por lo que el Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de Libertad dijo en Twitter que: "presume que estos hechos son señal de resistencia y rechazo por parte de los internos, ante estas acciones de control".
En diciembre, varios amotinamientos en cárceles ecuatorianas atribuidos a disputas de poder entre organizaciones delictivas y del narcotráfico dejaron once presos muertos y otros siete heridos.
El sistema penitenciario de Ecuador alberga a unas 38.000 personas y dispone de 1.500 guardias para su custodia. El gobierno decretó un estado de excepción carcelario que concluyó en diciembre, y que buscaba básicamente recuperar el dominio sobre las cárceles. Solo en 2020, las riñas carcelarias dejaron 51 muertos.
La SNAI, ha reconocido la falta de personal de seguridad, lo que "dificulta las acciones de respuesta inmediata" frente a las revueltas de presos.
* Con información de AFP y AP.