El gobierno del presidente Luis Arce retomará el modelo de lucha antidroga que dejó la administración de Evo Morales tras nombrar a un dirigente cocalero como encargado de esa tarea, se informó.
Arce, quien fue minisitro de Economía de Morales, juró como presidente el 8 de noviembre tras ganar las elecciones del 18 de octubre con el 55% de los votos.
La víspera, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, juramentó a Jaime Mamani Espíndola como viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, destacando que “las cosas que hay que mejorar, se mejorarán”, en la lucha antidrogas.
Mamani es dirigente del sindicato de cocaleros de las Seis Federaciones de Cocaleros del Trópico de Cochabamba, al centro de Bolivia, que lidera Morales, sumando una fuerte presencia de dirigentes de ese sector en el gobierno.
El martes, el senador Leonardo Loza fue nombrado secretario del Comité de Seguridad del Estado y Lucha Contra el Narcotráfico del Senado y Andrónico Rodríguez, presidente de la Cámara de Senadores. Ambos forman parte del sindicato de cocaleros.
“Vengo de los movimientos sociales del trópico de Cochabamba y mi compromiso con nuestro país radica en las múltiples luchas y resistencias de mi región contra el avasallamiento de la gente de la DEA (Administración para el Control de Drogas) en los años 90”, dijo Mamani.
El exmandatario impulsó una política antidrogas con “la racionalización y el control social para disminuir cocales... con una concertación con los productores”, explicó Del Castillo. Durante su gobierno de casi 14 años prescindió de la ayuda de Estados Unidos y expulsó a la agencia antidrogas de ese país por presunto espionaje.
Sin embargo, en el último año de su gobierno hubo un incremento del 10% de la producción mientras que los conflictos políticos y sociales de finales del 2019 expandieron más la producción de la hoja, materia prima de la cocaína, según un informe de julio de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Bolivia es el tercer productor de coca y cocaína, después de Colombia y Perú, según el informe.
Morales tuvo que renunciar en noviembre de 2019 en medio de violentas protestas que provocaron la muerte de 36 personas tras las anuladas elecciones de octubre denunciadas de fraudulentas y en las que buscaba un cuarto mandato.
Morales permaneció exiliado en Argentina desde diciembre tras haber permanecido un periodo en México luego de su partida de Bolivia. Retornó el lunes a su país y el miércoles se reunió con un centenar de sus seguidores en la región cocalera de Chimoré, en Cochabamba.