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Conflicto entre la OEA y la CIDH por el mandato del brasileño Paulo Abrao


El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrão (segundo por la izquierda), sostiene una copia del informe sobre derechos humanos en Venezuela en 2018.
El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrão (segundo por la izquierda), sostiene una copia del informe sobre derechos humanos en Venezuela en 2018.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, no ratificó el nombramiento del brasileño Paulo Abrao como secretario general de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Según Almagro, hay numerosas denuncias contra Abrao que deben ser investigadas. No aclaró de qué tratan las denuncias.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), chocaron el martes públicamente en torno a la decisión de Almagro de abstenerse a renovar al secretario ejecutivo de la CIDH.

La CIDH y Almagro, cada uno a través de un comunicado de prensa, presentaron sus posiciones opuestas respecto al proceso de renovación del mandato de Paulo Abrao.

La CIDH tachó de “grave embate contra su autonomía e independencia” el hecho de que Almagro decidiera abstenerse a avanzar en el proceso de renovación del brasileño, que es secretario ejecutivo de la CIDH desde 2016.

“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos rechaza todo tipo de interferencia al ejercicio de su mandato y, en particular, a su facultad de elegir, renovar y separar a sus funcionarios de confianza”, indicó en el comunicado.

Por su parte, la OEA dijo en su comunicado que Almagro se abstuvo debido a la existencia “de decenas de denuncias” presentadas contra Abrao por parte de funcionarios de la organización.

“Lamentamos que la CIDH, a pesar de estar en conocimiento de decenas de denuncias, en algunos casos por meses, no haya dado traslado de las mismas a la Oficina del Inspector General para su sustanciación”, señaló el comunicado de la OEA. “Esta falta de tramitación es un duro golpe a su credibilidad”.

El comunicado de la OEA no aclara qué tipo de denuncias existen contra Abrao.

La CIDH es un órgano autónomo de la OEA que tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia.

La comisión aseguró en su comunicado que en enero de 2020 decidió por unanimidad renovar el mandato de Abrao para el periodo 2020-2024 y que eso se comunicó a Almagro en ese momento.

En mensajes colocados en Twitter, la CIDH defendió su independencia en cuanto a toma de decisiones sobre quién lidera la organización.

“Las normas sobre las que se elaboró el Sistema Interamericano de #DDHH responden a la necesidad de resguardar competencias y autonomía institucional de la @CIDH para impedir que actores externos determinen quiénes desempeñan estos cargos”.

Almagro tildó como que “falta de ética y repudiable” generar confusión respecto a lo que constituye la responsabilidad y rendición de cuentas de uno o más funcionarios y lo que constituye la autonomía de la CIDH.

Abrao ha sido reconocido por su labor en Nicaragua, donde muchos murieron en las protestas que estallaron en 2018 contra el gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega. La CIDH envió una misión en el terreno, que fue posteriormente expulsada del país centroamericano.

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