Cuando se cumplen 17 días de la detención de la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, se generan varias reacciones de la comunidad internacional. Una de las más recientes fue el comunicado del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien expresó su preocupación por lo que considera “indicios de comportamiento antidemocrático” en el país.
La cancillería boliviana no se hizo esperar. En una inmediata respuesta, calificó el pronunciamiento como una injerencia en los asuntos internos.
El expresidente boliviano Jaime Paz Zamora, en entrevista con la Voz de América, aseguró que hay una preocupación sobre el estado de la democracia en al país.
“El sentimiento democrático del pueblo boliviano se siente reconfortado por el hecho de que desde afuera de nuestras fronteras empiecen a surgir voces de alarma frente a este proceso notorio de involución democrática que se está dando en nuestro país”, indicó.
Sin embargo, en el caso concreto de la relación con Estados Unidos, el presidente boliviano Luis Arce, ha asegurado que se han adelantado intenciones de mayor acercamiento entre ambos gobierno, por intermedio de ciertos canales diplomáticos no especificados.
Pero pese a ello, esta nueva polémica vuelve a poner tensión en las relaciones bilaterales, como indica el analista y experto en asuntos internacionales, Álvaro del Pozo.
“Lo único que se puede esperar es que ambas partes encuentren la dinámica para restablecer una relación y llevarla a un nivel alto”.
En recientes declaraciones al programa Asuntos Centrales, el jefe de la diplomacia boliviana, Rogelio Mayta, expuso: “Hay voluntad de mejorar las relaciones” con Estados Unidos".
Y fue más lejos. “La pelota está en la cancha de Estados Unidos, ellos tienen que mostrarnos y decirnos que quieren estrechar nuestra mano”, aseguró.
Áñez enfrenta siete procesos dentro del caso de presunto “golpe de Estado” de 2019, cinco de ellos se tramitan para ir a un juicio de responsabilidades y dos ante la justicia ordinaria.
En este contexto el expresidente boliviano y líder opositor, Carlos Mesa, presentó el lunes la propuesta “Bases para la paz y la reconciliación” que plantea la “liberación de los presos políticos” y la realización de un pacto nacional que permita superar la polarización del país.