El Departamento de Estado de EE.UU. dijo el jueves haberse reunido con representantes de las distintas campañas que este próximo domingo, 18 de octubre, se darán cita en las elecciones presidencias de Bolivia, a los que pidió, al igual que a todos los demás aspirantes, "tranquilidad" durante los comicios.
Los encuentros tuvieron lugar en Washington, en Bolivia y de manera virtual, según contó un funcionario de alto rango del Departamento de Estado en una llamada con reporteros el jueves.
“Pedimos a todos ellos que aconsejen a sus seguidores permitir que las autoridades que observan las elecciones hagan su trabajo y mantengan la paz, la tranquilidad y permitan que el proceso electoral se desarrolle y acepten los resultados”, dijo uno de los dos funcionarios que participó en la teleconferencia.
El jueves, Bolivia entró en el periodo de “silencio electoral” previo a los comicios el fin de semana, donde los ciudadanos depositarán sus votos un año después de que las últimas elecciones fueran anuladas por denuncias de fraude electoral para favorecer al entonces presidente, Evo Morales , ahora exiliado en Argentina. El líder socialista ha negado repetidamente las acusaciones de fraude y acusó a la oposición, que accedió al poder con la presidencia interina de Jeanine Áñez, de maquinar un golpe de estado.
El vicepresidente de Morales, Luis Arce, lidera las encuestas de intención de voto para este fin e semana con un 50% de la intención de voto, seguido de Carlos Mesa, del partido Comunidad Ciudadana, quien se enfrentó a Morales en los comicios del 2019.
La Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y el Centro Carter enviaron misiones de observaciones para los comicios.
Visita del ministro de gobierno
Además de los encuentros con los candidatos o personas próximas de su equipo, el Departamento de Estado también se reunió con el Ministro de Gobierno de Áñez, que viajó a Washington D.C a finales de septiembre.
“Discutimos un amplio abanico de asuntos; desde las elecciones, lo que va a pasar, unas peticiones generales para Bolivia hasta planes que estaban pidiendo” de una de las multilaterales, explicó uno de los funcionarios.
Murillo también se reunió en Washington con el secretario general de la OEA, Luis Almagro a quien pidió que “refuerce el control de los veedores (electorales) en Bolivia” ante un supuesto plan de “desestabilización” por parte del partido de Arce, Movimiento al Socialismo (MAS).
Un informe de la OEA sobre los resultados de las elecciones en el 2019, que concluyó que hubo “manipulación y parcialidad”, fue el que dio la estocada final a las denuncias de fraude por parte de la oposición, desencadenando una periodo marcado por disturbios, violencia y asesinatos que se prolongaron después de la eventual subida de Áñez al poder.
Los resultados del reporte han sido cuestionado por académicos independientes de varias universidades estadounidenses, entre ellos el Instituto de Tecnología de Massachusetts, que lo han tildado de “defectuoso” y una “manipulación”.
El expresidente Morales cuestionó el viaje de Murillo a Washington D.C., acusándolo en su cuenta de Twitter de querer maquinar una huida del país y un “nuevo golpe de Estado, como en el 2019”.
El gobierno estadounidense repitió el jueves que trabajará con quien sea que resulte elegido en unas “elecciones libres y justas” y dijo esperar que se de “un proceso transparente en el que todos los bolivianos puedan hacer oír su voz”.