Mientras en Cuba miles salieron a las calles el domingo para protestar contra la falta de libertades y para criticar las políticas socioeconómicas del presidente Miguel Díaz-Canel, en Estados Unidos congresistas y exiliados cubanos también han mostrado su solidaridad con la causa del pueblo cubano.
El Senador Bob Menéndez, de origen cubano y quien preside el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, describió como "una jornada histórica" las protestas del domingo.
"El mundo entero ha sido testigo de cómo miles de cubanos se vieron forzados a salir a las calles para exigir el fin de la dictadura en su país. A pesar de la persecución del día a día en la isla, el pueblo cubano se ha unido valientemente para pedir que se les permita poder vivir con seguridad y decir lo que piensan libremente y sin miedo alguno", expresó Menéndez en un comunicado.
“Durante décadas, la dictadura de Cuba ha dependido del uso de la violencia y la represión feroz para silenciar al pueblo en lugar de permitir el libre ejercicio de la democracia y sus derechos sociales más básicos. Ya es hora de que esto termine. Los ojos del mundo están puestos sobre Cuba esta noche y la dictadura debe entender que no toleraremos el uso de la fuerza bruta para amordazar las aspiraciones del pueblo cubano", afirmó.
Y afirmó: "Continuaré usando la fuerza de mi voz y el poder de mi cargo para garantizar que Estados Unidos se solidarice con el valiente pueblo cubano que hoy arriesga sus vidas para lograr un cambio en su país y un futuro de Patria y Vida".
El senador Ted Cruz, también reaccionó en su cuenta de Twitter: "El régimen comunista cubano será arrojado al basurero de la historia. Ha brutalizado y negado la libertad a generaciones de cubanos, y ha obligado a mi familia y a muchos otros a huir. El pueblo estadounidense apoya firmemente a los hombres y mujeres de Cuba y su noble lucha por la libertad".
Algunos congresistas estadounidenses también han expresado preocupación por los sucesos, en momentos en que la policía ha salido a las calles, según imágenes de medios extranjeros que han mostrado los arrestos de las últimas horas.
La ciudad de Miami, en el sur de la Florida, es considerada el bastión del exilio cubano en el país norteamericano. Las principales calles de la Pequeña Habana se han llenado de personas que al grito de “libertad” y “fuera la dictadura” piden cambios sustanciales en el país caribeño y la intervención de organizaciones internacionales para poner fin “a más de sesenta años de represión”.
El joven escritor cubano, Carlos Manuel Alvarez, que visita Nueva York, publicó en su cuenta de Facebook el apoyo de un grupo de cubanos exiliados a las protestas en Cuba.
Cubanos en Miami, Florida, también salieron a las calles el domingo.
Las reacciones entre las esferas más altas de la política estadounidense tampoco se han hecho esperar. El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart recordó que el motivo principal por el que la gente está tomando las calles de la isla es para pedir libertad, pero advirtió que el gobierno comunista reaccionará con una represión mucho mayor.
“El pueblo de Cuba está en las calles demandando libertad. La tiranía usará la violencia más feroz para reprimirlo”, señaló el político a través de un mensaje difundido a través de sus redes sociales.
Ante esta situación, Díaz-Balart hizo un llamado “urgente” al gobierno de Estados Unidos y a la mayoría de los países de la comunidad internacional para “solidarizarse” con la causa.
“Es urgente que Estados Unidos y la comunidad internacional ofrezcan la máxima solidaridad al pueblo cubano”, agregó al respecto.
Por su parte la congresista María Elvira Salazar se unió a las protestas organizadas en el emblemático restaurante Versailles, un punto de referencia para la comunidad cubana.
“La gente de Cuba está en las calles pidiendo libertad. El brutal régimen de Castro está usando la violencia para reprimir a aquellos que están exigiendo sus derechos”, denunció la cubanoamericana y satisfecha por la reacción del pueblo: “No hay vuelta atrás”, dijo. "La dictadura asesina y cruel de los Castro en Cuba humilla, amenaza, golpea y pisotea al cubano. El pueblo está en la calle y está decidido a ser libre”.
El senador Marco Rubio, también de origen cubano, se comprometió a hacer una petición formal al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y al secretario de Estado, Antony Blinken, para que la Casa Blanca inste al ejército cubano a no actuar en contra de los manifestantes.
“Le pediré a Joe Biden y a Antony Blinken que le pida a los miembros del ejército cubano a no disparar contra su pueblo”, decía al tiempo que subrayaba que “ahora los militares deben defender al pueblo, no al Partido Comunista”.
Con todo, también lamentó la gestión de Díaz-Canel al frente de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y la falta de medidas sociales y económicas para paliar la falta de alimentos.
“El incompetente Partido Comunista de Cuba no puede alimentar al pueblo ni protegerlos del virus”, señaló al respecto.
Además, Rubio pidió a los medios de comunicación estadounidenses a servir de plataforma para que “el mundo” pueda conocer lo que está pasando en la isla. “En Cuba están saliendo porque el socialismo siempre es un desastre. ¿Van a explicarlo para que el mundo pueda escuchar sus voces?”, manifestó en un video.
Hasta el momento, el Departamento de Estado de Estados Unidos tampoco ha emitido ningún comentario.
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