La noticia de la detención en Estados Unidos del exsecretario de Defensa Nacional Salvador Cienfuegos, tomó por sorpresa no solo a la clase política, sino al propio gobierno mexicano.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló recientemente que se enteró de la investigación 15 días antes, cuando la embajadora de México en Washington, Martha Bárcena, se lo dijo, pero según manifestó no tuvo información oficial.
Cienfuegos es acusado de tres delitos de narcotráfico y uno de lavado de dinero, los cuales habrían sido cometidos entre 2015 y 2017, durante su tiempo en el cargo en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
El asunto causó tal impacto que López Obrador ha ordenado a los integrantes de su equipo no hablar del tema y ha informado que será él, en su calidad de comandante supremo de las Fuerzas Armadas, el único vocero, con el fin de evitar un golpeteo injusto al ejército, al que le ha encomendado tareas adicionales, como la construcción de un aeropuerto.
El Ejecutivo dio a conocer que el gobierno mexicano solicitará a Estados Unidos información sobre el caso para determinar posibles complicidades.
“Hay que esperar a la investigación, porque no se puede imaginar algo de este tipo sin intermediarios o ejecutores operadores”, dijo López Obrador.
El senador Miguel Ángel Osorio Chong, quien, como secretario de Gobernación fue compañero de gabinete del general, señaló que siempre fue un hombre muy comprometido, actuó con honestidad y con ganas de que se resolviera el tema de seguridad.