Carolina Gómez y Carlos Cordero, migrantes venezolanos, caminan por las calles de Bogotá, la capital de Colombia, pidiendo ayuda a los transeúntes que encuentran a su paso. Ella tiene 19 años y él 24. Ambos esperan el nacimiento de su bebé, quien posiblemente llegará al mundo en los próximos días.
Las dificultades que se han presentado en el país a causa de la pandemia de la COVID-19 no han sido impedimento para ellos. Viven en el barrio Santa Fe, en un sector vulnerable de la ciudad, y diariamente deben reunir el costo de la habitación que tienen alquilada en dicho sector.
Mientras organizaba dos maletas pequeñas y algunos obsequios que les han donado algunas personas para su bebé, Carlos Cordero comentó a la Voz de América:
“Decidimos migrar porque la situación económica y de empleo en Venezuela está muy difícil. Llevamos aproximadamente dos años en Colombia y, en medio de la pandemia, salimos todos los días a sobrevivir. Pronto llegará nuestro bebé”.
Mientras tanto, en otro sector de la capital, estaba María Gabriela Ordoñez, una migrante venezolana y madre de un bebé con apenas 9 días de nacido. Descansaba mientras su hijo dormía por fin en sus brazos, luego de haber sido hospitalizado al nacer. También reside en un sector vulnerable de la capital y espera recuperarse pronto para regresar al rebusque habitual.
Como Carolina, Carlos y María Gabriela hay otras familias de migrantes venezolanos en Colombia que viven las consecuencias de la pandemia en el país, mientras esperan y reciben nuevos hijos en sus hogares.
Atención en salud, a pesar de la informalidad
De acuerdo con el último balance de la Unidad de Servicios de Salud Jorge Eliécer Gaitán, entidad que agrupa a instituciones de salud pública, en Bogotá nacen, como promedio, 90 bebés de mujeres migrantes venezolanas al mes.
El 60% de los pacientes venezolanos que se acercan a estas entidades de salud, son madres gestantes a punto de dar a luz. En Colombia, las mujeres migrantes en estado de embarazo son atendidas en hospitales públicos, sin importar su situación de informalidad.
Desde otro escenario, en el territorio de Cúcuta, en el norte, el Hospital Universitario Erasmo Meoz presentó las cifras más recientes sobre la atención de partos a mujeres venezolanas migrantes.
Según estos datos, entre febrero y abril de este año se han atendido un total de 1.040 partos de mujeres venezolanas. En comparación con los partos atendidos a nivel general, siendo en total de 1.249, la cifra evidencia que un 83,2% de los partos atendidos han sido de mujeres migrantes. De los 1.040 partos, 608 fueron por vía vaginal y 432 por cesárea.
“En Colombia me fue muy bien durante mi parto. La atención acá es buena para nosotras las venezolanas que no contamos con los recursos, ni una EPS para un control prenatal. En el hospital donde tuve a mi bebé nos atendieron bien, había higiene y me siento agradecida”, aseguró a la VOA Kariangelis Del Valles Esteile Cárdenas, migrante venezolana que dio a luz en Colombia.
Por otro lado, algunas madres afirmaron a la VOA que viven en sectores lejanos de los hospitales donde tienen a sus hijos y deben recorrer largos trayectos cuando sus bebés quedan hospitalizados.
“Siempre es largo el camino. A veces he llegado con dolor de cabeza y cansancio por el trayecto y los trancones, pero mi bebé está bien”, comentó María Gabriela Ordoñez.
Padres venezolanos, hijos colombianos
En agosto de 2019, el gobierno del presidente Iván Duque otorgó el derecho a la nacionalidad colombiana por nacimiento a más de 24.000 niños y niñas hijos de padres y madres venezolanos que habían nacido en el país desde el 19 de agosto de 2015. Y, en adelante, a los migrantes provenientes de Venezuela que nazcan en Colombia hasta que la situación en el país vecino mejore.
De acuerdo con información publicada en el sitio web de la presidencia de Colombia, esta medida se oficializó mediante Resolución de la Registraduría Nacional del Estado Civil y busca garantizar el derecho fundamental de los niños y niñas a contar con una nacionalidad.
Al respecto, Duque dijo: “Nos duele que muchos niños de padres y madres venezolanas han nacido en nuestro país y no han podido gozar de una nacionalidad, porque la propia dictadura les ha entorpecido ese camino o, sencillamente, dejó de prestar el servicio consular”.
Luego de dar a luz, ¿qué sigue?
“Bueno, la pandemia ha sido una dificultad, pero no un impedimento. Seguiremos rebuscando lo necesario para vivir y salir adelante. Nuestro bebé ya casi nace y nosotros no paramos de salir a las calles a conseguir lo necesario”, aseguró Carlos Cordero a la VOA.
Inscribir a sus bebés es la primera tarea que tienen estas familias. Según información de la Registraduría Nacional del Estado Civil en Colombia, este trámite es gratuito.
“Ahora mi dilema es que mi esposo está en Venezuela con mi otro hijo y no han podido regresar, a causa de la pandemia. Para registrar a mi bebé recién nacido, me piden los papeles de mi esposo. No sé qué hacer. Sin él, nuestro bebé va a quedar con un sólo apellido”, comentó preocupada María Gabriela Ordoñez a la VOA.