Analistas en Nicaragua han catalogado de "muy prematuro" el reciente anuncio del gobierno de Nicaragua acerca de que está en comunicación directa con Rusia para obtener una eventual vacuna contra la COVID-19 que desarrolla para su producción el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología (Gamaleya) de ese país.
Al informar sobre el tema, la primera dama Rosario Murillo, dijo que el país también está interesado en la fabricación de este medicamento en una planta de vacunas inaugurada en 2017 en Nicaragua, como un proyecto entre ambos países.
"Nuestra embajadora allá en la Federación de Rusia, la compañera Alba Azucena Torres está participando, como decíamos también, desde aquí, desde el Instituto Mechnikov para acceder no solo a la vacuna misma, sino a la fabricación de esa vacuna aquí en Nicaragua, que como bien ha dicho el director y gerente general de Mechnikov Instituto Latinoamericano de Biotecnología, aquí en Managua se cuenta con el personal calificado y con todas las capacidades técnicas instaladas para poder producir aquí en Nicaragua, cualquier tipo de vacuna", dijo la vicepresidenta a medios oficiales.
Según Murillo, la planta que se encuentra en Nicaragua, de nombre Mechnikov puede producir cualquier tipo de vacuna, incluyendo la de la COVID-19.
Su anuncio llega en momentos en que decenas de ensayos de vacunas están en marcha en todo el mundo y un pequeño número se encuentra en ensayos de eficacia a gran escala, pero la mayoría de los desarrolladores han advertido que queda mucho trabajo antes de que sus vacunas puedan ser aprobadas.
El gobierno de Ortega también había anunciado que en el proyecto de Mechnikov se produciría el medicamento denominado Interferón Alfa 2 B, que se fabrica y utiliza en Cuba para tratar a los pacientes con COVID-19. En abril el gobierno informó que había recibido 8.000 dosis de la isla.
Sin embargo, la aplicación de esta medicina fue suspendida por el Ministerio de Salud de Nicaragua una vez que los casos de contagios aumentaron exponencialmente en el país y el gobierno no volvió a referirse al tema.
¿Qué dicen los expertos?
El anuncio del gobierno acerca de su nueva iniciativa de obtener y producir en el país la vacuna que Rusia dice que combate el nuevo coronavirus es criticada por expertos locales, como la epidemióloga Zoila Castro, quien sostiene que la eventual fabricación de la misma sería apresurada.
"Fabricar una vacuna, como bien dicen todos los expertos, es más de un año. Hay que hacer ensayos en laboratorios y después llevarla al humano, en este momento es muy prematuro decir que se va a traer, y que además de eso la vamos a fabricar", expuso Castro.
Añadió que tanto dentro como fuera de Rusia varios expertos y analistas han expresado temores de que los ensayos clínicos puedan haber sido insuficientes en el esfuerzo del Kremlin por ganar la carrera de las vacunas contra otros países.
El también epidemiólogo, Álvaro Ramírez, cuestionó los intereses del gobierno al vincularse a esta iniciativa.
"Lo que están buscando es la distribución exclusiva de este producto en Nicaragua, para empezar a sangrar más a la ciudadanía nicaragüense y vender la vacuna así como como están vendiendo los test de COVID que fueron donados por el BCIE¨, declaró el especialista a la Voz de América.
Rusia anunció que las pruebas clínicas de la vacuna contra el virus se realizarían en julio, el registro estatal en agosto y la producción masiva en septiembre.
Los científicos rusos dicen que la vacuna se ha desarrollado rápidamente porque es una versión modificada de una ya creada para luchar contra otras enfermedades. Ese es el enfoque que se está adoptando en muchos otros países y por otras empresas.
La efectividad de la vacuna, sin embargo, ha sido puesta en tela de juicio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) de hecho le pidió a Rusia que siguiera los estándares internacionales de producción de vacunas.
Además, la OMS también alertó de que, pese a existir diversas vacunas en fase final de pruebas, la efectividad de las mismas estaba por ser demostrada.