Casi un tercio de todos los niños en Haití -al menos 1,5 millones- necesitan urgentemente ayuda de emergencia debido al aumento de la violencia, el acceso limitado al agua potable, la salud y la nutrición, servicios de educación y protección interrumpidos debido a la pandemia de COVID-19, así como a causa de los huracanes, informó el viernes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El texto llega en momentos en que Haití se debate entre la conmoción y la ira por el magnicidio que costó la vida al presidente Jovenel Moise esta semana, cuando un grupo fuertemente armado entró en su residencia en Puerto Príncipe, dejando además gravemente herida a la primera dama.
"Preocupa profundamente que una mayor violencia e inseguridad tras el asesinato del presidente de Haití pueda plantear graves desafíos para la labor humanitaria de nuestros equipos sobre el terreno y su capacidad para llegar de forma segura a los niños y las familias más vulnerables", indicó el organismo.
El texto divulgado el viernes afirmó que si bien UNICEF tiene suministros que salvan vidas en Haití, la violencia y la inestabilidad prolongadas podrían impedir la entrega y reposición de existencias de artículos esenciales para los niños, incluidas vacunas, medicamentos y suministros médicos, y tratamiento para quienes padecen desnutrición.
“Esta es la peor crisis humanitaria que ha enfrentado el país en los últimos años y se está deteriorando semana tras semana”, dijo Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití.
“La vida de muchos niños depende de la ayuda humanitaria y de artículos esenciales, como vacunas, jeringas, medicinas y alimentos terapéuticos. Cuando las pandillas luchan en la calle y las balas vuelan, es difícil llegar a las familias más vulnerables con estos suministros que salvan vidas. A menos que se otorgue un paso seguro a las organizaciones humanitarias, miles de niños afectados seguirán con poca o ninguna asistencia", agregó.
Solo en los primeros tres meses de este año, el número de admisiones de niños con desnutrición aguda grave en los centros de salud de Haití ha aumentado en un 26% en comparación con el año pasado, indicó el organismo.
Además afirmó que desde principios de junio, han estallado nuevos enfrentamientos entre bandas armadas rivales en algunas zonas urbanas de la capital, Puerto Príncipe, que han provocado el incendio o daños de cientos de casas.
"Más de 15.000 mujeres y niños se vieron obligados a huir de sus hogares debido a actos de violencia en Puerto Príncipe y sus alrededores, y el 80 por ciento de ellos solo en las últimas cuatro semanas", dijo el comunicado de UNICEF.
La pandemia agrava la crisis
Este reciente aumento de la violencia se desmorona en medio de un aumento gradual de casos de COVID-19 en Haití, dijo UNICEF. A fines de junio, se habían reportado más de 18.500 casos confirmados de COVID-19 y 425 muertes. El organismo de la ONU dijo que los principales hospitales dedicados al COVID-19 están saturados y enfrentan una escasez de oxígeno. Algunos pacientes están muriendo porque la violencia de las pandillas armadas impide que las ambulancias les lleguen con oxígeno y tratamiento de emergencia.
"Haití es el único país del hemisferio occidental donde no se ha recibido una sola dosis de la vacuna COVID-19. Es inaceptable ”, dijo Bruno Maes.
"Es probable que la violencia de las pandillas en Puerto Príncipe y sus alrededores retrase aún más la llegada de las vacunas COVID-19 y haga que su distribución en todo el país sea más complicada. En medio del aumento de los casos de coronavirus en Haití, cualquier día adicional sin vacuna pone en peligro la vida de cientos de personas", agregó.
UNICEF instó en el texto a poner fin a la violencia de las pandillas en Haití y pidió un paso seguro para llegar a las familias afectadas con asistencia humanitaria en las zonas más pobres de Puerto Príncipe.
Para 2021, UNICEF dijo que busca 48.9 millones de dólares para satisfacer las necesidades humanitarias de 1.5 millones de personas en Haití, incluidos más de 700.000 niños que se han visto impactados por la pandemia de COVID-19 y la violencia de las pandillas.
"Hasta ahora, este llamamiento humanitario ha permanecido en gran parte sin fondos, con solo el 31% de los fondos necesarios disponibles", indicó la instancia de la ONU.
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