Un caso de explotación laboral de inmigrantes en la ciudad de Chuy, limítrofe entre Uruguay y Brasil, ubicada a unos 330 kilómetros al este de Montevideo, causó indignación en la población y en el Gobierno.
Un grupo de extranjeros captaba personas, varios de ellos menores de edad, y los hacía trabajar vendiendo en la calle durante todo el día en condiciones de semi-esclavitud. Las víctimas, una docena en total, eran jóvenes que habían llegado desde Venezuela, Cuba, Colombia, Ecuador y Perú y eran explotados también por extranjeros.
Por este caso dos venezolanos y una colombiana fueron imputados por la Justicia y enviados a prisión por los delitos de asociación para delinquir y trata de personas.
El ministro del Interior de Uruguay, Luis Alberto Heber, sostuvo que presentará un proyecto de ley para que los extranjeros que cometan delitos sean expulsados del país y así tener "un arma jurídica" para echar a aquellas personas que, según dice, el país no quiere tener "ni en sus cárceles".
Heber, calificó lo sucedido como una “barbaridad”.
“Nosotros queremos tener una ley mucho más eficaz para que el que delinque se expulse del país”, dijo Heber.
Heber indicó que están pensando en enviar al Parlamento una nueva normativa para regular que el país solo abrirá las puertas a quienes quieren trabajar y no a aquel que "opta por la delincuencia".
Las personas formalizadas por la Justicia viajaban a Guayaquil, Ecuador, a captar menores y también lo hacían a través de redes sociales prometiendo empleos en Uruguay.
El presidente del Instituto Nacional del Niño, Pablo Abdala, dijo que los menores explotados eran ecuatorianos y actualmente reciben atención. “Lo que sí sabemos es que hubo un largo peregrinaje que provienen de Ecuador que vinieron vía Foz de Iguazú y que entraron a la frontera obviamente a través de Brasil”.
Pese a la pandemia Uruguay mantuvo sus fronteras abiertas para dar refugio a quienes lo solicitaran.
Perfil migratorio de Uruguay
La migración internacional es un componente fundamental en la historia de la población uruguaya. Hasta mediados del siglo XX, Uruguay fue un país con saldos migratorios positivos. Ha recibido un importante aporte de corrientes de inmigrantes europeos, con un impacto significativo desde el punto de vista demográfico, social y cultural.
En años recientes, conjuntamente con crecimiento económico importante acompañado por una tasa de desempleo baja se observa un aumento de la inmigración procedente de países latinoamericanos incluidos Venezuela y Cuba.
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