Las Asociaciones Israelitas en Argentina -DAIA- y la Mutual Judía -AMIA- respaldaron el pedido de la presidenta Cristina Fernández, de mantener un diálogo y exigirle al gobierno de Irán que entregue a los sospechosos del atentado terrorista de 1994 en Buenos Aires.
Entre los requeridos se encuentran algunos funcionarios del actual gobierno iraní, como el ministro de Defensa, Ahmad Vahidi.
Al respecto, el secretario de la AMIA, Julio Schlosser, decía que "los dos atentados -el de 1990 contra la Embajada de Israel y el de 1994 contra la AMIA- no fueron contra la comunidad judía sino contra la Argentina".
También Schlosser afirmó que "cualquier camino tiene que tener como finalidad llevar a los culpables a la justicia. Lo que dijo la presidenta (Cristina) Fernández, no hace más que volver a reclamar que Irán entregue a los sospechosos de haber pergeñado, colaborado o tenido alguna participación en el peor atentado del terrorismo internacional que sufrió nuestro país".
Mientras tanto, los familiares de las 85 víctimas coinciden que es necesario que la comunidad internacional, a través de las Naciones Unidas (ONU), obligue al gobierno iraní a respetar los procedimientos judiciales.
En tal sentido Sergio Burstein afirmó que "si queremos vivir en un mundo de paz, lo que hay que hacer no es buscar venganza sino justicia".
Para Burstein, "hoy más que nunca el mundo tiene que tomar cartas en el asunto, más allá de una palmada, de un abrazo o de un 'estamos con ustedes', para ir realmente a la práctica. Esto es, obligar, dentro del marco de la ley, en el recinto de las Naciones Unidas o en cualquier foro internacional, a que Irán entregue a las ocho personas que están siendo requeridas por la justicia argentina para ser juzgadas".
El jefe de gabinete de ministros del gobierno de Argentina, Aníbal Fernández, recordó que "la causa AMIA es una causa no de los judíos sino de todos los Argentinos".