Los insectos dejarán de ser los animales más desconocidos después de que un estudio analice el ADN de más de 5.000 especies de este reino en los próximos cinco años, según anuncia Iniciativa i5k a través de NeoMundo.
"Esperamos que al generar estos datos podamos obtener mejores modelos de resistencia a los insecticidas, desarrollar nuevos pesticidas y conocer mejor la transmisión de enfermedades y controlar plagas agrícolas", señala Daniel Lawson, coordinador del Instituto Europeo de Bioinformática. "Pasar a la era genética revoluciona lo que puedes hacer, lo que intentas ensayar en tus especies y lo que deduces de tus experimentos".
El proyecto proporcionará información para que los criadores busquen nuevas formas de tratar la resistencia de los insectos a los pesticidas, explica Gene E. Robinson, catedrático de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (EE UU).
El estudio busca también averiguar los puntos débiles de los insectos que permitan crear nuevas estrategias para dominar las plagas u otros efectos dañinos que estos animales puedan causar en el ser humano.
"Podemos por ejemplo extraer datos de los genes que participan en la detoxificadores de químicos que están dentro de los insectos, y usarlos para eliminarlos", afirma Kevin J. Hackett, responsable del programa nacional del Servicio de Investigaciones Agrícolas del Departamento de Agricultura de EE.UU.
Sin embargo, el objetivo no sólo es defensivo para el ser humano, sino también para las especies a las que investiga, ya que efectiviza técnicas que protegen a los insectos de algunos productos químicos que se aplican contra ellos.
Acompasar la investigación
A modo innovador, el estudio plantea crear una conexión digital entre todos los entomólogos del mundo que quieran compartir sus averiguaciones a través de páginas wiki comunes para proponer la secuenciación del genoma de ciertos insectos y descartar los que ya se están secuenciando.
"Estamos tratando de averiguar quién trabaja en qué insectos y si creen que sería útil tener información genética sobre sus insectos", apunta Susan J. Brown, catedrática de la Universidad del Estado de Kansas (EE UU).
"Es probable que un buen número de investigadores ya estén trabajando en transcriptómica, observando los genes que se han transcrito en ciertos contextos, condiciones ambientales o fases del ciclo vital. Estudiar el genoma completo nos ayudará a entenderlo y compararlo, no solo en un único organismo", añade.