Un grupo de once inmigrantes del sur de la Florida inició un ayuno para suplicar a las autoridades del condado de Miami Dade que los protejan y eviten las deportaciones y separaciones de familias de extranjeros que viven ilegalmente en el país.
Con el ayuno, los inmigrantes esperan que el alcalde Carlos Giménez y los legisladores locales reconsideren la decisión de apoyar los decretos de inmigración del presidente Donald Trump y colaborar con las autoridades nacionales.
La medida comenzó tras un fin de semana en el que fueron detenidos cientos de inmigrantes en diferentes ciudades de Estados Unidos.
A finales de enero, Giménez ordenó que las cárceles locales cumplan con la solicitud del gobierno nacional de notificarle cada vez que detengan a un inmigrante con un pedido de captura o que aparezca en una lista suministrada por Washington.
Una decisión que coloca a Miami en el polo opuesto de las llamadas ciudades santuario, como Nueva York, Los Ángeles y Boston.
El ayuno de los inmigrantes se extenderá hasta el viernes, cuando los legisladores locales se reunirán para analizar la orden de Giménez, dijo Jeanette Smith, directora del grupo South Florida Interfaith Worker Justice.
Smith anunció que la medida de los inmigrantes se realiza en la Iglesia Episcopal Saint Stephen*s del vecindario de Coconut Grove.
"Están haciendo un ayuno contra una injusticia, con la esperanza de que haya cambios", expresó Smith.
Pero el portavoz del alcalde, Mike Hernández reiteró a la The Associated Press que Giménez "no va a poner en riesgo cientos de millones de dólares de fondos federales por declarar a Miami-Dade una comunidad santuario".
La política del condado "es cooperar con el gobierno federal en temas de inmigración", dijo Hernández.
Entre los inmigrantes que ayunan hay cristianos, judíos y musulmanes de diferentes nacionalidades.
Durante el día estarán frente al edificio que alberga la alcaldía y en la noche descansarán en una iglesia episcopal de la vecina ciudad de Coral Gables.
Smith dijo que siete de los inmigrantes ayunarán de continuo y otros cuatro tomarán turnos rotativos.
Giménez, un republicano que no votó por Trump, hizo su anuncio un día después que el presidente dijera que quitaría fondos federales a las ciudades que no colaboren en temas de inmigración.
El alcalde aclaró, sin embargo, que la policía de Miami no asumirá tareas de agentes de inmigración ni preguntará a la gente su estatus migratorio.