Un juez argentino ordenó a 94 residentes de la remota ciudad patagónica argentina de Epuyén que permanezcan en sus hogares durante al menos 30 días para ayudar a detener un brote de hantavirus en el que han muerto 10 personas.
La orden del juez Martin Zacchino afecta a las personas que han estado en contacto con personas que dieron positivo al virus. Algunas personas en la ciudad de 3.000 habitantes se habían resistido a las llamadas a un aislamiento voluntario. Los funcionarios de la ciudad también han suspendido reuniones en instalaciones municipales, incluidos los funerales.
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta. Los ratones de campo lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina.
En tanto, el ministro de Salud chubutense, Adrián Pizzi, negó la existencia de una pastilla que pueda acelerar la recuperación de los infectados, cuyo virus tiene presencia endémica en la región y se transmite a través de roedores.
Igualmente las autoridades sanitarias nacionales han constituido un Comité de Contingencia el cual impulsó la suspensión de las reuniones públicas, retrasando igualmente el inicio de clases.
Por otra parte, las pérdidas económicas han sido considerables, puesto que ha descendido notoriamente el número de turistas en la zona, los cuales habitualmente en esta temporada estival, se despliegan para disfrutar de las bellezas naturales que ofrece esta Comarca Andina, en la que viven cerca de 120.000 personas.
