La Corte Suprema argentina difundió sorpresivamente la denuncia completa presentada por el fiscal Alberto Nisman, en la que acusa de encubrimiento a la presidenta Cristina Fernández y a su canciller Héctor Timerman.
El escrito —hasta ahora de carácter reservado por ser el resultado de escuchas telefónicas— establece una confabulación del gobierno argentino para proteger de ser procesados a funcionarios iraníes que participaron en el atentado con bomba a un centro cultural judío en Buenos Aires en 1994.
Díaz-Balart pide nombrar otro fiscal igual de valiente
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El congresista republicano por la Florida, Mario Díaz-Balart dijo que los individuos a los que el fiscal Nisman identificó como responsables de los peores actos terroristas en la historia argentina “deben ser finalmente llevados ante la justicia”.
“La evidencia que el Sr. Nisman estaba a punto de revelar debe ser sacada a la luz y presentada ante la comunidad internacional”, dice el congresista en un comunicado divulgado este miércoles.
En el mismo, Díaz-Balart también pide que se nombre un nuevo fiscal “capaz de cumplir con la valentía y tenacidad del Sr. Nisman” para asegurarse que los que perpetraron “dichos actos infames sean castigados”.
Nisman fue encontrado muerto el domingo en circunstancias extrañas y las autoridades oficiales han impulsado la hipótesis de que se trató de un suicidio.
Las sospechas sobre su muerte parten del hecho que Nisman estaba supuesto a ampliar su acusación el lunes, ante un tribunal.
Nisman afirma en la acusación presentada al Ministerio Público, que “la decisión deliberada de encubrir a los imputados de origen iraní por el atentado terrorista del 18 de julio de 1994, como surge de las evidencias halladas, fue tomada por la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional, Dra. Cristina Elisabet Fernández de Kirchner e instrumentada principalmente, por el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, Sr. Héctor Marcos Timerman”.
En la introducción del documento, publicado en su integridad por medios argentinos, Nisman asegura que en el mismo “quedará acreditado que esta confabulación criminal fue decidida por la Sra. Presidente de la Nación… [y] se probará la activa participación de terceros en la maniobra”.
Nisman también asegura que las conclusiones de una “Comisión de la Verdad” que investigó los hechos “ya se encontraban previamente arregladas entre los signatarios”, que se creó una hipótesis falsa para el “redireccionamiento” de la investigación, que el avance del plan era informado periódicamente a uno de los iraníes prófugos y que se lanzó “una feroz campaña de descredito” hacia la investigación del caso.
La hipótesis de suicidio fue puesta en duda ayer por la misma fiscalía que reconoció que no encontraron huellas de pólvora en la mano de Nisman con la que supuestamente se disparó.
Antes de morir, el fiscal hizo saber a su hija que era posible que escuchara cosas feas sobre él y que lo que sabía le podía costar la vida.