Los ministros argentinos de Trabajo, Carlos Tomada, y de Salud, Juan Manzur, suscribieron un convenio para profundizar el trabajo para erradicar el trabajo infantil.
"Queremos garantizar los derechos de todos los niños, y para eso es esencial el abordaje desde la salud", expresó Pilar Rey Méndez, directora de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conaeti).
Se trata de un circuito de información obligatoria para notificar cualquier daño en la salud que pueda estar ocasionado por el trabajo infantil, según recogieron los dos ministros en el marco del XIII Encuentro Nacional de Comisiones Provinciales para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil.
"Argentina tradicionalmente ha vinculado la erradicación del trabajo infantil junto a la educación, que ha sido uno de los principales sistemas de inclusión social", expresó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Para ello, añadió, se están implementando otras políticas complementarias, como la Asignación Universal por Hijo, que concede dinero por cada hijo. "El otro día anunciaban la escasez de mano de obra en la vitivinicultura, donde un obrero cobra 1,95 pesos ($0,5 dólares) por 20 kilos de uva recolectada", dijo Tomada. "Eso es una buena noticia, porque significa que hemos alejado a los niños del trabajo".
Argentina asumió el Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil y los modos de combatirlo, "uno de los más ratificados por, ahora, 183 miembros" de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según señaló Marcelo Castro Fox, director de la delegación regional de la OIT en Argentina.
La actividad se realiza bajo la consigna "Todo trabajo infantil es peligroso para la salud" y el apoyo la Conaeti.
Argentina posee una reciente Ley de Protección Integral de la Niñez, además de la ley de prohibición del trabajo infantil, con el fin de buscar "que los empleadores de niños que tienen sanciones morales o pecunarias, tengan además pronto sanciones penales", señala el ministro.