Las carreteras y calles en Pakistán son un flujo de coloridos camiones, pintados con ostentación, una tradición de ornamentación que se remonta siglos atrás.
A pesar de que es poco probable que ese colorido se encuentre en las carreteras de Estados Unidos, un artista pakistaní está empezando a cambiar esto. Y muestra de que sus coches están recibiendo reconocimiento es la gran demanda por sus obras de arte.
Ghukan Sarwar está involucrado en el negocio de camiones y autobuses desde hace más de 35 años en su natal Pakistán, pero en 2009 viajó a un festival de arte en Santa Fé, Nuevo México. Lo que nunca se imaginó es que tanta gente le pediría que pintara sus autos.
Abigail Adams-Greenway, una artista que vive en Bethesda, Maryland, cuenta que su primer contacto con el arte de Sarwar fueron algunos muebles que él había pintado y se vendían en un mercado en Washington. Entonces le pidió a Sarwar que pintara su carro.
“Los patrones de diseño básicos son los mismos que usted ve en un autobús o un camión en Paquistán”, dice Sarwar.
Sin embargo, tal como los camiones están personalizados en Pakistán, el coche de Adam-Greenway está adornado con símbolos que tienen un gran significado para ella. Sus perros aparecen en dos paneles, por ejemplo.
El carro llama mucho la atención.
Sarwar dice que le lleva entre siete y 10 días terminar un carro, pero añade que en ocasiones está tan sumergido en el trabajo que se pasa 14 o 16 horas pintando. En EE.UU., pintar un carro puede costar entre $2.000 y $3.000 dólares dependiendo del tamaño del carro.
En Pakistán, el salario promedio es de alrededor de $1.200 dólares según la Agencia de Estadísticas Federales de Pakistán.