La cumbre anual de las Naciones Unidas concluyó con la adopción por parte de los líderes mundiales de modestas reformas para la organización, y prometió hacer más para proteger los derechos humanos.
La asamblea de 170 miembros aprobó la declaración el viernes al fin de la cumbre de tres días. En el documento, de 35 páginas, los estados miembros censuran el terrorismo en todas sus formas, y acordaron previsiones para impedir el genocidio, luchar contra la pobreza y establecer una comisión para establecer la paz en países que emergen de las guerras.
Los gobernantes mundiales no lograron un acuerdo sobre muchos otros temas clave, incluyendo propuestas sobre no proliferación y la definición de terrorismo.
La declaración es considerada modesta comparada con las drásticas reformas de la ONU que proponía el secretario general Kofi Annan. Sin embargo, el embajador estadounidense ante la ONU, John Bolton, quien jugó un importante rol en lograr la declaración, expresó satisfacción con el documento final. Bolton dijo que fue el producto de “difíciles negociaciones”, y que Estados Unidos trabajará “sin descanso” para implementar las nuevas reformas.