Los cadáveres de cinco hombres, atados y con los ojos bendados, fueron encontrados en un pueblo costero de México.
La policía en el pueblo de Coyuquilla dijo que los hombres habían sido baleados, varias veces, y que estaban rodeados de por lo menos 30 casquillos.
Los asesinatos son considerados como la evidencia más reciente entre los cárteles de la droga del Golfo y de Sinaloa, en el estado de Guerrero.
A comienzos de abril, un comandante de la policía y otro hombre fueron decapitados, y sus cabezas colocadas frente a las oficinas del gobierno estatal en el balneario de Acapulco.
También en abril, una granada arrojada contra un restaurante en Petatlan, causó la muerte a dos personas y heridas a por lo menos 16.