El gobierno brasileño ofreció enviar soldados al Estado de San Pablo para ayudar a combatir cuatro días de violencia pandillera que ha matado a 81 personas, muchas de ellas policías.
El ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, dijo que el gobierno federal podría enviar unos cuatro mil efectivos militares, si los solicitan las autoridades locales. Sin embargo, el gobernador de San Pablo ha rechazado hasta el momento toda ayuda federal.
La policía dio a conocer que sucursales bancarias y autobuses de transporte público fueron destruidos en los recientes atentados por miembros de la pandilla Primer Comando de la Capital. Desde el viernes pasado, funcionarios dijeron que pandilleros abrieron fuego contra estaciones policiales y comenzaron rebeliones en varias cárceles del estado.
Por lo menos 36 agentes de seguridad y 14 presuntos atacantes perecieron. La policía informó que la pandilla ordenó los ataques para protestar por el traslado de varios jefes pandilleros encarcelados a instalaciones de máxima seguridad. Autoridades manifestaron que se hubo 180 ataques en todo el Estado.