La antigua ciudad indonesia de Yogyakarta, uno de los lugares más afectados por el terremoto del sábado, es sede de algunas de las estructuras históricas más importantes de Indonesia, cuya suerte aún no está clara.
La densamente poblada ciudad fue convertida en la capital del sultanato en 1755 y se convirtió en el centro del movimiento independentista de Indonesia, después de la Segunda Guerra Mundial.
Muy cerca hay dos templos importantes: el templo hindú de Prambanan, el cual resultó gravemente dañado en el terremoto, y el templo budista de Borobudur, el cual emergió relativamente sin daños.
Ambos sitios han sido declarados “patrimonio de la humanidad” por parte de la UNESCO.
También está en Yogyakarta un histórico palacio del sultán.
El palacio estaba siendo reconstruido cuando ocurrió el terremoto. No está claro cuál es su condición tras el sismo.