Los ministros de Defensa de América Latina finalizaron una conferencia sobre seguridad en Nicaragua, donde varios países expresaron preocupación de que una concentración de armas en la región podría desatar una carrera armamentista.
Venezuela fue uno de los 32 países latinoamericanos y del Caribe que asistió a la reunión.
El presidente Hugo Chávez ha empleado recientemente las crecientes ganancias del petróleo para adquirir tres mil millones de dólares en armas de Rusia.
El mandatario venezolano también anunció planes para abrir una fábrica de rifles Kalashnikov con la ayuda del gobierno de Moscú.
Venezuela niega que sus compras de armas representen una amenaza para la región, indicando que son para propósitos exclusivamente defensivos.
James Alverson, alto funcionario para América Latina en el Departamento de Defensa de Estados Unidos, declinó comentar directamente sobre Venezuela, pero dijo que Washington está preocupado sobre la creciente acumulación de armas en la región.