Legisladores rusos discuten el llamado del presidente de la Duma, Boris Gryzlov, a restablecer los controles que existían en la era soviética sobre la venta de bebidas alcohólicas, como parte de una campaña por contrarrestar un brote nacional de envenenamiento por alcohol.
La discusión se produce a raíz de informaciones, según las cuales, más de cien personas han muerto y unas mil han sido hospitalizadas, en Rusia, en semanas recientes, después de haber consumido licor adulterado de fabricantes ilegales.
Las autoridades dieron a conocer que la mayoría de las víctimas ha muerto de hepatitis tóxica aguda.
El martes, Gryzlov exhortó a que el estado asuma el monopolio de la venta de bebidas alcohólicas, argumentando que no es suficiente controlar la producción y circulación de alcohol puro.
El Ministerio de Salud ruso tiene previsto presentar un análisis del problema y proponer soluciones, en un informe que será divulgado la semana próxima.
Según estadísticas oficiales, más de 40 mil rusos mueren cada año por consumir bebidas alcohólicas caseras adulteradas.