El primer ministro de Iraq, Nouri al-Maliki, dijo que su plan de seguridad en Bagdad no dejará a los militantes ningún lugar para esconderse, ni siquiera en las mezquitas o las escuelas.
En un discurso ante el Parlamento hoy, jueves, Maliki instó a los políticos de todas las esferas de la sociedad iraquí a respaldar el plan de seguridad en la capital.
El líder rechazó la sugerencia de que el plan sería la última oportunidad de finalizar con la violencia sectaria y de los insurgentes, señalando que “la batalla entre los terroristas y nosotros es abierta y continua”.
A primera hora de hoy, por lo menos cuatro iraquíes murieron y casi 20 resultaron heridos cuando un explosivo adherido a una motocicleta estalló en un mercado en el centro de Bagdad.